Pues este ha sido un buen fin de semana, tranquilo pero muy feliz y para recordar.
El viernes por la tarde estuve en el Monumental escuchando la Misa Solemnis de Beethiven con mis padres y el Profesor Mercury que aprovechó la entrada de Ana, que se duerme en los conciertos. Luego mis padres se vinieron a Nevershire donde estuvimos felizmente charlando y tomando cervezas con Ana hasta las once y media. Nos lo pasamos muy bien, la verdad, estábamos todos de muy buen humor. El sábado, tras una mañana de trabajos domésticos variados, pasé una tarde y noche de absoluta tranquilidad, tirado enfrente de la tele y poniéndome al día con El Ministerio del Tiempo (que, encima de estar renunciando a la coherencia y a la ciencia ficción en favor de lo sobrenatural se está politizando) y alguna otra serie. Y el domingo quedamos a comer Con Iván, Gloria, Julieta y Anisaki (y Gonzalito) en Alcobendas y aunque nos costó un poco movernos hasta allá, que con la edad uno se hace comodón, mereció muchísimo la pena y nos lo pasamos pipa charlando con ellas para terminar viendo The Martian que, encima, me gustó mucho. Ah, y probé dos de las cervezas especiales que me regalaron JJ y compañía por la Arthegarnisnacht que me sorprendieron, ambas, muy gratamente.
Agradabilísimo, vamos. Igual me hubiera debido animar e ir al Fenrir el sábado por la noche con Haplo, que estaba de visita en Madrid, pero si lo hubiera hecho probablemente no hubiera disfrutado tanto del domingo así que mira, no me quejo.
Paz y felicidad.