No puedo esperar a fin de año a ver de una vez qué pasa con la economía y si mis análisis eran correctos.
Muchos de los que me leéis y además salís a tomar copas conmigo (aunque sea una vez al año en mi onomástica) habéis oído ya esta teoría mía, pero para quienes no han tenido esa desventura la comento por aquí. Desde mi punto de vista el ciclo alcista que le tocaba a la economía en general y a la española en particular se ha visto interrumpido por tres factores externos que han traído una inestabilidad y una incertidumbre extra al Sistema. Y ya se sabe lo que pasa cuando hay incertidumbre: los que tienen mucho no invierten, los que tienen poco no consumen y la economía se enfría y se desinfla. No que se cierre el grifo del todo, claro, pero sí lo suficiente como para que el periodo que debería ser de expansión y recuperación no sea tan intenso como hubiera podido serlo.
En concreto estos factores, que vienen motivados por hechos bastante concentrados en el tiempo, han sido:
1.- Los resultados del referéndum del Brexit en junio de 2016.
2.- El Procés soberanista catalán, que llevaba dando por cul creando inseguridad desde 2014 pero que en mi (informada) opinión empieza a tener efectos reales en la economía en octubre de 2016 cuando el Parlament aprueba la resolución convocando el referéndum.
3.- La elección de Trump como presidente de EUA en noviembre de 2016.
En efecto, en la segunda mitad de 2016 parecía que la política no iba a dejar levantar cabeza a la economía. Y no paró ahí, claro, sino que fue a peor en los años siguientes, agravándose significativamente:
1.- el Procés, con la convocatoria de referéndum en junio de 2017, su celebración en octubre, la DUI, la república cuántica y todas esas cosas que ya conocéis;
2.- lo de Trump, con la guerra comercial con China iniciada en marzo de 2018(1) y
3.- el Brexit, con el rechazo del Parlamento al acuerdo de retirada en enero de este año(2).
En pocas palabras, un trienio que tendría que haber sido de marcada recuperación económica no lo ha sido por factores estrictamente políticos. No estoy diciendo que la economía no haya ido bien, ojo, ha ido bien. Nuestro PIB ha subido casi un 12% en esos años y se han creado más de 1,6 millones de puestos de trabajo, por ejemplo, pero las cosas podrían y deberían haber ido mejor.
Mi hipótesis, que es lo que os iba a contar, es que igual que la economía se ha visto frenada por estas inseguridades anticíclicas va a verse estimulada de forma anticíclica por el fin de las mismas, que como su inicio es previsible que se produzca en los próximos meses. En concreto:
1.- El asunto catalán se ha enfriado muy visiblemente desde la salida de Mariano Rajoy de la Moncloa(3) y en los próximos días tendremos la sentencia del Procés lo que, unido a las elecciones de noviembre, dará carpetazo a la parte preocupante(4) del asunto.
2.- El Brexit tiene que producirse, hoy por hoy, antes del 31 de octubre, sea con acuerdo o sin acuerdo pero tiene que producirse(5).
3.- Ayer mismo se anunció el inicio del impeachment contra Trump que, aunque probablemente no pase del Senado, debería llevarle a moderar sus extravagancias sobre todo teniendo en cuenta que las elecciones están a un año vista y no está nada claro que repita (lleva con popularidad negativa casi desde que le eligieron, en concreto desde enero de 2017).
Hay que decir que estos cierres de los que hablo no tienen por qué ser positivos en si mismos. Se cierre como se cierre el Brexit, por ejemplo, va a ser un dolor. Lo que digo es que una vez eliminados estos factores de la mesa se llevan consigo su incertidumbre y, para bien o para mal, resulta más fácil saber qué va a pasar en los próximos años y eso animará tanto la inversión como el consumo. Uno le tiene miedo a lo desconocido, no a lo inevitable. Los fondos que ahora mismo no se están invirtiendo por estos factores pasarán a circular sean donde sean. Por ejemplo: da lo mismo, a nivel sistémico, si la resolución del asunto Brexit anima a los fondos a invertir en Reino Unido o a llevarse su dinero a otro sitio, el asunto está en que harán algo con su dinero en vez de esperar a que se resuelva esto, en vez de esperar a ver qué pasa. Lo importante es que el miedo desaparecerá y el dinero que ha estado hasta ahora agarrado con fuerza entre las manos de sus dueños que temían lo que el mañana pudiera traer volverá a fluir porque ya sabrán (dentro de un orden) lo que el mañana va a traer.
Así que esa es mi hipótesis: que igual que hemos tenido un ciclo alcista demasiado corto y demasiado poco intenso porque ha habido factores políticos anticíclicos que lo han reprimido la resolución de esos mismos factores va a tener un efecto igualmente anticíclico en la contracción que nos toca ahora y que ya se está anunciando en selectos números macro, en este caso propiciando una expansión y reactivación mucho más allá de lo que las políticas monetarias de la FED y el BCE pueden hacer.
Los consumidores, que son en realidad la base de la economía, no son entes puramente racionales que toman decisiones informadas para maximizar su beneficio. No pertenecen a una especie diferente a la nuestra que Kahneman llama homo economicus, están movidos fundamentalmente por sus emociones y sensaciones. Y si las emociones que tienen no son de miedo al futuro, si creen tener información suficiente para planear sus próximos movimientos, consumirán más e invertirán más. Y eso, desde Keynes, es bueno para la economía (the advice is real simple: boost aggregate demand!”).
Así que ahí lo dejo. Todo el mundo dice que se avecina una crisis pero yo, optimista de mi, creo que no va a ser para nada tan fiero el lobo como nos lo pintan.
Un cordial saludo,
Arthegarn____________________________________
(1) En realidad la retirada de los EUA de la negociación del TTP en enero de 2017 ya fue un palo a importante a la economía y un bonito generador de incertidumbre pero a nosotros nos afectó relativamente poco.
(2) La inseguridad causada por el Brexit fue creciendo gradualmente a medida que se acercaba la fecha de salida sin cerrar un acuerdo y sin conocerse por el público los contenidos de las negociaciones entre la UE y el Reino Unido, pero el palo verdaderamente gordo, el momento de correr como pollos sin cabeza y saltar por las ventanas, viene ahí.
(3) Cuidadín con establecer un nexo causal entre el acceso de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno y la progresiva tranquilización del Procés. En mi opinión no existe ese nexo y es simple coincidencia en el tiempo, hay un cierto efecto balsámico pero nada más. Las cosas iban a ir más o menos así gobernara quien gobernara.
(4) En los términos de causar inseguridad en un inversor, que es de lo que estamos hablando.
(5) En este momento, por cierto, creo que lo que va a pasar es que los británicos van a acabar pidiendo una nueva extensión del artículo 50, que se la vamos a dar hasta fin de año, y que antes de fin de año se irán con el acuerdo May o con una modificación ligerísima del acuerdo May que les permita salvar la cara. Pero todo evoluciona tan deprisa y están tan locos estos romanos que puede pasar cualquier cosa, incluso que se queden al final.