Ciudadanos no pacta con Vox, el maldito maximalismo y cómo tener más sexo con tu pareja.

Dice mi amigo Ramón, que sabe mucho de esto, que hay que evitar desincentivar los comportamientos que quieres observar en los demás y estoy muy de acuerdo. Bueno, en realidad él es mucho más claro, dice que hay que evitar castigar aquello que es bueno: cuando alguien se comporta como quieres que se comporte tienes que premiarle para que lo asocie con sentirse bien y sea más tendente a hacerlo, y ese premio tiene que ser claro, evidente, inmediato y desprovisto de matizaciones(1). Las matizaciones vendrán luego si han de venir. Lo que, tienes que evitar a toda costa es ramon-nogueras-charlas-TEDx-1-e1542218863165que se sienta castigado por hacer lo quieres porque entonces asociará portarse así con sentirse mal y tenderá a no hacerlo.

Esto parece muy obvio pero no lo es tanto porque hay que saber qué comportamientos son los que  quieres incentivar para llegar al resultado que te interesa y ahí está el truco. Por ejemplo, en otro sitio explica que si lo que quieres es tener más sexo con tu pareja debes incentivar, y no castigar, que tu pareja te diga que no quiere tener sexo cuando no le apetece. Aunque en ese momento eso signifique menos sexo. ¿Por qué? Porque si cuando te dicen «no me apetece» castigas ese hecho (que no te apetece oir, claro, tú lo que quieres es follar y ya) enfurruñándote o lo que sea lo máximo que conseguirás será sexo mediocre, insatisfactorio, sobre todo para tu pareja que no tenía ganas. Y eso hará que le apetezca cada vez menos, lo que hará que cada vez lleve menos la iniciativa y cada vez te diga con más frecuencia que no le apetece cuando la lleves tú (o, peor, que vuelva a hacerlo sin ganas y ahondemos en el desagrado). Muy interesante el tema.

Pero dejemos el sexo y vayamos a la política. Ayer hubo un pleno en la Asamblea de Madrid, en teoría para votar al presidente de la comunidad, que terminó en blanco por una razón básica: Vox no votará a favor del gobierno de Coalición PP-Ciudadanos porque Ciudadanos se niega a pactar con ellos. La semana pasada, en la Asamblea de Murcia, ocurrió casi lo mismo pero más claro: Vox votó en contra(2) del gobierno de coalición PP-Ciudadanos porque 156294300299806024Ciudadanos se niega a pactar con ellos.

Porque Ciudadanos se niega a pactar con ellos. La parte clave es esta: Ciudadanos se niega a pactar con Vox.

Si analizamos la corta historia de Vox en las instituciones vemos que han ido madurando como partido y empezando a enterarse de de qué va esto. En Andalucía, cuando todavía no se creían los resultados que habían obtenido, apoyaron un gobierno de coalición PP-Ciudadanos sin pedir nada a cambio. En el ayuntamiento de Madrid, en cambio, exigieron entrar en el gobierno de la ciudad y Ciudadanos se negó en redondo. Al final Vox llegó a un acuerdo con el PP (no con Ciudadanos) según el cual Vox obtendría «concejalías de gobierno» una vez elegido Martínez Almeida como alcalde. En realidad el PP se la estaba metiendo doblada a Vox aprovechándose de su bisoñez porque el acuerdo que había firmado con Ciudadanos ya especificaba todas y cada una de las concejalías delegadas y excluía la posibilidad de que Vox se sentara en la mesa del alcalde(3). Cuando Almeida fue elegido el PP se sacudió de encima las pretensiones detitc3a0nic-7 Vox diciendo que lo que habían firmado no eran concejalías delegadas sino concejalías de gobierno y que lo que iban a hacer es cederles la presidencia de alguna junta de distrito porque también son concejalías de gobierno. Un timo de impresión que motivó un monumental cabreo de los de Abascal con el PP del que Ciudadanos se desentendió desde el principio porque no había pactado con Vox.

Insisto porque esta es la primera clave del artículo: Ciudadanos no pacta con Vox.

Insisto tanto porque la narrativa de la izquierda y de la mayor parte de los medios y la que leo en las redes sociales es otra y es rotundamente falsa. Ciudadanos no pacta con Vox. Ciudadanos pacta con el PP y el PP, a veces, pacta con Vox (y le engaña como a un chino, como hemos visto) porque a veces necesita más apoyos para gobiernos que preside aparte de los de Ciudadanos. Pero Ciudadanos no pacta con Vox y de hecho Ciudadanos veta a Vox en todos los pactos que firma con el PP.

a151973d95a6a943b6232da6d3a67bfcA muchos esto os puede parecer una hipocresía, la «estrategema del paladín y la tortura»(5) como quien dice. «Vale, Ciudadanos no pacta con Vox pero sabe positivamente que el PP sí lo va a hacer y se va a beneficiar de ese pacto de cualquier manera. Es todo de cara a la galería, puede que no pacten directamente con ellos pero sí indirectamente, es todo un paripé.» Pero es que no es cierto. No es un paripé. Para nada. En primer lugar los pactos de Ciudadanos con el PP están hechos de tal manera que Vox se tiene que quedar fuera de los gobiernos pero es que además los principios que llevan a Ciudadanos a hacer las cosas así no son papel mojado, no son el tipo de convicciones de chichinabo que salen corriendo al primer contacto con la tentación o con el enemigo. Y no tenéis por que creéroslo porque lo digo yo: juzgadlo por lo que ha pasado y por lo que está pasando.

A Ciudadanos se les podrá acusar de otras cosas pero no de decir una cosa y luego hacer otra. Los que me conocéis sabéis el tremendo error que me parece que Ciudadanos no  se desdiga de sus promesas electorales y pacte con el PSOE por mucho que dijera que no lo iba a hacer(6) pero lo que no se puede discutir es que el partido se mantiene fiel a la palabra dada aunque las circunstancias apunten a otro sitio. De la misma manera Ciudadanos dijo que no pactaría con Vox, lo está manteniendo a toda costa y está  teniendo que pagar por ello. Ciudadanos no está en el gobierno de Murcia y sobre todo en el de la comunidad de Madrid porque Vox exige un pacto a tres y Ciudadanos se resiste. Inamoviblemente. Numantinamente. Pues votaremos a la sombra. Porque una cosa es aceptar que gente con la que no estás de tumblr_mjo2moeebu1rzitc0o1_250acuerdo te vote para que tú hagas lo que te parece bien (perfecto, oye) y otra es que condicionen su apoyo a que hagas lo que te parece inaceptable pero ellos quieren. Hay una línea y Ciudadanos la está respetando escrupulosamente. La alternativa a respetar esa convicción es pactar con Vox y que entren a formar parte del gobierno de esas comunidades, algo a lo que el PP estaría más que dispuesto(7). Y de esto se deduce, guste o no, que en Murcia y en Madrid y en muchos otros sitios lo único que evita que Vox entre en el Gobierno es que Ciudadanos no pacta con Vox.

La segunda clave de este artículo es que lo único que se interpone entre Vox y el gobierno es que Ciudadanos no pacta con Vox.

Os desafío a que me lo discutáis, a ser posible sin tirar balones fuera. Porque es que es cierto, tan cierto como que el todo es mayor que la parte o que en un espacio euclídeo la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta. Y con esto volvemos al principio del artículo, a lo de los incentivos.

Leía hace no mucho que el que llega a un acuerdo con un fascista es un fascista. Luego leí que el que se sienta con un fascista es un fascista y a la vista de los últimos acontecimientos parece que se está extendiendo la idea de que el que seCapture beneficia de lo que vota un fascista aunque no se haya ni tan siquiera sentado a negociar con él también es un fascista. Bien, Vox no es fascista, pero si lo fuera lo único que se opondría entre esos fascistas y el poder es Ciudadanos. Y, no, no son lo mismo, solo esto debería demostrarlo. Yo comprendo que el mundo en blanco y negro, de buenos y malos, es muy simple y muy atractivo, sé que verse a uno mismo como provisto de una intachable autoridad moral es muy reconfortante. Lo de repetir los defectos del otro y pensar «yo nunca podría ser así» es de lo más satisfactorio de por sí, no te digo cuando viene validado por veinticuatro likes de gente que piensa como tú(8), pero en este caso es en vuestro propio interés en el que os pido, una vez más, que dejéis el maldito maximalismo del que tanto hablo y apreciéis las diferencias entre los unos y los otros porque las hay y son no solo claras sino muy importantes.

Mirad, cada vez que atacáis a un simpatizante, votante, militante o dirigente de Ciudadanos llamándole fascista y diciendo que es igual que los de Vox y que no merece ser tratado de forma distinta, cada vez que justificáis una agresión le estáis haciendo un favor a Vox. Porque estáis minando la resolución de esa persona de no pactar con Vox, no es solo que no estéis incentivando que lo siga haciendo, es que lo que percibe esa persona, y que me corrija Ramón si me equivoco(9) es que está siendo castigada por la actitud de su partido. Y aunque tú puedes pensar que la actitud del partido es meterse en la cama con Vox esa persona sabe que no es cierto y a titc3a0nic-7nivel emocional asocia su visión de lo que hace el partido (mantenerse firme) con tu rechazo.

No os voy a pedir que agradezcáis a Ciudadanos su firmeza en negarse a pactar con Vox, que es lo que deberíais hacer, o que reconozcáis que esa posición les está costando renunciar al poder así que algún principio deben tener; pero sí voy a pediros que penséis en qué queréis conseguir y qué vais a conseguir realmente cada vez que decís los de Ciudadanos somos como los de Vox, que al final no hay ninguna diferencia, que tan malos unos como los otros y que, qué se yo, que no podemos ser feministas o estar a favor de los derechos de los homosexuales o de la separación Iglesia-Estado o de la propia democracia cuando quienes están muchísimo más cerca de poder ser definidos así no gobiernan porque nosotros nos negamos a que gobiernen.

Si por sacrificar el gobierno por no pactar con Vox Ciudadanos no obtiene ni el gobierno ni el reconocimiento de su sacrificio sino solo palos los incentivos para seguir 1029scotttvhmanteniendo a Vox fuera de los gobiernos desaparecen. Creo que lo que queréis muchos es mantener a Vox lejos del gobierno, así que os urjo a plantearos si lo que estáis haciendo lleva a eso a lo contratrio. Y, sí, claro, alguien saldrá a decir que es que Ciudadanos debería mantener a Vox fuera del gobierno porque es lo único decente que puede hacer independientemente de lo que pueda ganar con ello o de los palos que se pueda llevar y bla, bla, bla y yo voy a contestar que ni yo, que soy «íntegro hasta ser inocente»(9), soy tan inocente.

Porque os digo una cosa, personalmente. Yo estoy ya tan harto de cómo me siento cada vez que abro las redes sociales que tengo cada vez más ganas es de mandarlo todo a la mierda y pactar con Vox. Porque, total, va a dar lo mismo y por lo menos  así gobernamos(10) y podemos hacer algún bien. Así que p’a qué.

Y soy yo.

De verdad, pensadlo un poco.

Arthegarn_______________________

(1) En serio, leed el artículo que es tan corto como interesante.
(2): En el pleno de ayer en Madrid no hubo votación, fue una canelada.
(3): Por eso Ciudadanos siguió adelante con el pacto con el PP en el Ayuntamiento de Madrid: porque su pacto con el PP sí que estaba bien hecho y repartía claramente las concejalías listando cuales eran y sus responsables. Pactara lo que pactara el PP, ese acuerdo dejaba fuera a Vox.
(4): Como esto puede sonar bastante confuso permitidme un paralelismo: es como si Podemos firma con el PSOE que va a «entrar en el gobierno» y una vez elegido Pedro Sánchez presidente lo que hace es decirle a Pablo Iglesias que de ministerios nada uno pero que, bueno, si quiere, le puede hacer Delegado del Gobierno en Andalucía.
(5): En AD&D, que es el juego de rol arquetípico de los 80 y buena parte de los 90, el paladín es uno de los tipos de personaje que pueden llevar los jugadores y que encarna al caballero de brillante armadura perfecto y virtuoso dotado de poderes sobrenaturales: San Jorge, Galahad, Perceval, Lohnegrin, gente así. La táctica del paladín y la tortura se daba cuando el grupo de PJs en el que había un paladín capturaba a un enemigo del que querían extraer información. Un paladín bajo ninguna circunstancia permitiría torturar a un ser indefenso, incluso aunque fuera su jurado enemigo, así que el jugador decidía que era un buen momento para que su personaje se retirara a rezar, a montar guardia en una colina cercana, a explorar aquel bosquecillo, etc. dejando al prisionero en manos del resto grupo que no era tan escrupuloso. La idea era defender ante el Máster que el personaje no sabía que sus amigos estaban torturando al prisionero y que se había ido a montar guardia tras advertirles severamente que no le torturaran así que se iba con la conciencia tranquila. A veces colaba. A veces no. (C) Ramón Nogueras, por cierto.
(6): Para los que no me leéis a menudo, opino que fue un error decir semejante cosa y que es un error todavía peor mantenella y no enmendalla. Sobre todo cuando las encuestas dicen que la proporción de sus votantes que quieren un pacto con el PSOE ha pasado del 42.2% en mayo al 74% en julio. Leed Las Dos Traiciones de Albert Rivera, por ejemplo, si queréis saber más de lo que opino y por qué.
(7) Para el PP perder la Comunidad de Madrid sería un verdadero desastre. Y no lo digo solo en términos políticos sino en términos reales: hay muchísima gente que lleva diez años o más trabajando en cargos de confianza y dirigiendo diversas instituciones en la CAM (lo que algunos llamarían «chupando del bote» y aunque algún caso habrá quien dice eso no tiene ni la más remota idea de como funciona la Administración y si no me creéis preguntadle al erquipo de Carmena o leed Todo lo que era Sólido) que se irían al paro con una mano delante y una detrás. En serio, sería un problema gigantesco porque el partido perdería muchos de sus cuadros a tiempo parcial, gente que tiene un trabajo en la administración y por eso se puede permitir hacer otras cosas para el partido sin las que le sería aun más difícil sobrevivir. Van a hacer lo que sea para retenrla y si eso implica que les llamen fachas, pues total, ya se lo llevan llamando 40 años así que…
(8) Personalmente un like de alguien que en general no piensa como yo me resulta cien veces más gratificante que uno de un correligionario. Por eso escribo estos tochos pensando esa gente y muchas veces dirigiéndome directamente a esa gen… a vosotros.
(9) Esto es de Mithur o de HK, no me acuerdo de cual de los dos pero ahí va la nota de copyright.
(10) Esta frase iba a ser «Porque, total, ‘con Rivera no’ y encima va a dar lo mismo…» pero no causaba el mismo impacto. Pero no me quedo sin decirlo, porque es el mismo fenómeno, el mismo tipo de gente. Vale que el imbécil de Rivera dijo que no iba a pactar con el PSOE y ahí sigue en sus trece, pero la gente que le voceaba en Ferraz a Pedro Sánchez que no pactara con Ciudadanos cuando es lo que sin duda alguna le conviene a todo el mundo, es la misma gente que me tiraría por el mismo barranco que a los de Vox en el mismo barri claveteado.

 

Thinking, fast and slow.

Es difícil escribir una reseña de Thinking, Fast and Slow, del psicólogo y premio Nobel de economía Daniel Kahneman. Es uno de esos libros maravillosos como GEB-EGB o La Nueva Mente del Emperador que hace falta que alguien que se lo haya leído te lo recomiende porque si no igual ni te enterabas de que existía. En este caso fue el inefable Julian quien me lo recomendó en mi último viaje a Londres y tengo que darle las gracias porque me ha gustado una burrada. El libro trata fundamentalmente de cómo la mente humana toma decisiones, sobre todo decisiones en las que existe un grado de incertidumbre respecto al resultado o que se prolongan en el tiempo. Habla del tipo de algoritmos que utilizamos para decidir, de los errores sistémicos más habituales existentes en esos algoritmos y de cómo podemos evitar caer en esos errores para tomar las decisiones razonables y no simplemente decisiones razonadas.

La primera tesis del libro es la coexistencia en nuestra mente de dos “sistemas” (que Dennett llamaría homunculi en Consciousness Explained) de pensamiento a los que denomina “sistema 1” y “sistema 2”. El sistema 1 es inmediato, intuitivo e instintivo, fácil de usar y de reacciones rápidas ante lo que ocurre a nuestro alrededor y es el que, en general, tiene el mando de la inmensa mayor parte de nuestra actividad. El sistema 2 es más lento y más pesado, requiriendo mucho más esfuerzo para ponerse en marcha, pero es lógico, analítico y racional y sus conclusiones son mucho más de fiar que las del Sistema 1. La mayor parte de las decisiones de la vida las toma, automáticamente, el sistema 1; y no estamos hablando sólo de cosas como mantener el equilibrio, hacer la digestión o retirar la mano del fuego, sino de verdaderas decisiones humanas, que requieren de obtención, análisis y proceso de información figurativa. El problema es que los seres humanos asociamos nuestro ego con el sistema 2 y, si se nos pregunta por qué tomamos una decisión determinada, decisión que en realidad no nos paramos a pensar sino que la tomamos automáticamente, daremos a nuestro interlocutor una explicación que confundiremos inmediatamente con una causa, a veces hasta el punto de crear un recuerdo artificial en el que valoramos las opciones (con el sistema 2, claro) y llegamos lógicamente a la conclusión que tomamos. Esto es así porque la alternativa “no pensé, la decisión se tomó automáticamente” es extremadamente desagradable en términos de disonancia cognitiva, incluso si añadimos la coletilla “porque no la consideré importante” ya que sugiere que, en realidad, no estamos a los mandos de nuestras decisiones, algo que el 99% de la humanidad da totalmente por sentado.

Por ejemplo, un error de los algoritmos del sistema 1 efecto muy conocido es el «efecto ancla» (anchoring effect) según el cual, dado un rango de posibilidades, la que se menciona cronológicamente la primera se «ancla» en la discusión que de ahí en adelante se desarrolla en torno a esa posibilidad: si estamos discutiendo un posible precio entre 100 y 200 y yo sugiero 115, el resto de la conversación se moverá entre 105 y 150, por ejemplo, pero nunca va a llegar a 185 a menos que la contraparte sea consciente de este efecto ancla y luche contra él (el libro dice como). Otro ejemplo es el efecto marco (framing effect) que hace que se tome una decisión diferente según su resultado se presente como un beneficio o un perjuicio. Por ejemplo, si una epidemia mortal afecta a 400 personas y tenemos la opción de aplicar el tratamiento A (que salva a 100 personas) o el tratamiento B (que ofrece un 25% de posibilidades de salvar a las 400 y un 75% de no salvar a ninguna), la inmensa mayor parte de la gente (72%) elige el tratamiento A. Sin embargo, si ante la misma epidemia hemos de elegir entre el tratamiento A (que deja morir a 300 personas) y el tratamiento B (que ofrece un 25% de posibilidades de que no muera ninguna y un 75% de que mueran las 400), solo el 22% de la gente elige el tratamient a pesar de que las dos situaciones ofrecen soluciones  matemáticamente idénticas. De hecho, cuando a la misma persona se le plantean ambas opciones en el contexto de un test más largo, tienden (65%) a caer en ese mismo patrón, incluyendo a médicos y epidemiólogos que, cuando son expuestos a este detalle y preguntados el porqué de sus elecciones (al sistema 2) , caen en general en un silencio embarazoso y avergonzado. Y este no es en absoluto el único sesgo cognitivo o defecto heurístico que describe (y prueba experimentalmente, el libro está plagado de referencias a diversos experimentos que sostienen sus tesis) sino que otros pueden incluir el efecto WYSIATI (lo que ves es todo lo que existe), el Efecto Linda (falacia de conjunción), o el fascinante efecto sustitución, en el que enfrentados a una pregunta complicada cuya respuesta desconocemos, tendemos a razonar por analogía, buscar una pregunta análoga (emocionalmente análoga) cuya respuesta sí que conocemos y darnos esa misma respuesta más o menos modificada mientras pensamos que, en realidad, lo que hemos hecho es responder a la primera pregunta. Esto explica, por ejemplo, por qué todo el mundo tiene ideas muy claras sobre una cuestión tan compleja como «¿qué debemos hacer para salir de la crisis?»: porque en realidad están contestando a algo del estilo de: «¿qué hace falta para que los efectos que yo percibo de la crisis, como que desahucien a mi vecino, que mi mejor amiga siga en paro, o que mi hermano no llegue a fin de mes, desaparezcan?» Si no me creéis, analizad las respuestas que da la gente a esa pregunta y decidme cuántas incluyen una proyección de las consecuencias a medio o largo plazo de la aplicación de las medidas que proponen…

Toda esta primera parte es fascinante, pero el libro no se queda ahí. La segunda tesis, consecuencia de la primera y básicamente por lo que tiene un Nóbel en economía, desmonta dos de las premisas básicas en las que se ha venido basando esta disciplina, a saber: la idea de que el mercado (y los operadores de mercado) toman siempre decisiones racionales; y el propio concepto de utilidad de Bernouilli, demostrando que la psicología y la economía estudian dos especies diferentes: la primera los seres humanos y la segunda una simplificación de estos a los que podríamos llamar «econs«. La tercera tesis defiende que dentro de nosotros existen dos yos: el «yo que siente» (experiencing self, el yo que experimenta, en el presente, el placer y el dolor) y el «yo que recuerda» (remembering self) que, a pesar de nunca sentir nada, es quien toma las decisiones respecto a qué y cómo vamos a sentir en el futuro. Ahora, los criterios y mecanismos a través de los cuales el «yo que recuerda» toma las decisiones no se parecen nada a lo que imaginaríamos; por ejemplo, sus «objetivos» no son, como cabría esperar, maximizar el placer y minimizar el dolor del «yo que siente» sino…

Y hasta aquí puedo leer. Espero haberos picado lo suficiente para que os lo leáis. Por lo que a mi respecta me parece un libro tan recomendable que, cuando había leído algo más de la mitad, ya había comprado otro ejemplar para regalárselo a Roweena por su cumpleaños y cuando me quedaban unas 50 páginas, encargué otros cuatro más para seguir regalándolos a diversa gente, uno de los cuales ya le ha caído a . Ya tardáis. En serio. Y como nota curiosa y para terminar de animaros, comentar que el otro día mi compañero filósofo Eduardo vino a casa a jugar una partida de República de Roma y me trajo de regalo de reyes… la traducción al castellano, cuya existencia yo hasta el momento desconocía. Pensar deprisa, Pensar Despacio, se titula, y va por la segunda edición. Así que ya no tenéis ni la excusa de que está en inglés. ¡Adelante!

«Buy it fast, read it slow. It will change the way you think