Presupuestos Madrid 2016: suum cuique tribuendi

Decía Ulpiano que la justicia consiste en dar a cada uno lo suyo. Pues bien, este artículo no le va a gustar a mucha gente, aviso. Porque resulta que ni los rojos van a arruinar Madrid gastando a manos llenas como quieren creer algunos, ni el equipo de Carmena está demostrando que otra economía es posible como dicen otros. Todo tiene una explicación simple y esta no es económica, es estrictamente política.

Supongo que todos habréis visto los titulares al respecto, por todos el de Expansión: «Aprobado el primer presupuesto de Ahora Madrid con una subida del 26% en gasto social«(1). Personalmente me he desayunado con el muro de mi querido amigo Accolon, que en temas de propaganda proto-podemita es diariamente la mejor revista de prensa de España y que además detalla alguna de las partidas que se ven más incrementadas.

Viendo esos números caben dos reacciones instintivas: pensar que el gobierno de Ana Botella era una panda de incompetentes o una banda de ladrones y que por comparación el de Carmena está compuesta de genios económicos tan revolucionarios como solidarios, o que te de un breve escalofrío y te preguntes cuánto te van a subir los impuestos para pagar todo eso. Bien, pues ni lo uno ni lo otro.

Los presupuestos de Carmena para 2016 suben, en efecto, los impuestos (fundamentalmente el IBI, que aumenta un 2.4% su recaudación)(2) y las tasas (basuras, por ejemplo)(3) pero en total los presupuestos aumentan 104 millones, una cantidad a todas luces insuficiente para esta batería solidaria de gastos corrientes que requiere algo menos de 650 millones. ¿De dónde sale, entonces, el dinero? ¿Es que, como acostumbraba a hacer el PSOE, va a endeudarse en otros 500 millones para darle panem et circensis a la gente y tenerla contenta y captada clientelarmente para que les voten una y otra vez porque temen (con razón) que si llegan otros al poder se les acabará el chollo? ¿Y que paguen los que vengan después? Pues no, tampoco. Ahora Madrid va a tirar por la calle de en medio y en vez de pedir créditos se va a limitar a no devolver los que ya tiene concedidos.

Puntualicemos. Esto no quiere decir que el Ayuntamiento vaya a incumplir sus obligaciones, por supuesto,(4), simplemente que no los va a devolver tan pronto como podría. Lo que ocurre es que los presupuestos de los últimos tres años han sido muy austeros y el Ayuntamiento ha tenido superávit (ha ingresado más de lo que ha gastado) y que ese superávit se ha dedicado íntegramente a la amortización anticipada de la deuda. Es decir, a pagar deuda que «todavía no tocaba pagar» para evitar que siguiera generando intereses que, a la larga, hacen más costosas las inversiones; dentro todo ello de los planes generales del Estado de reducción de deuda del Estado y, en concreto en el caso de Madrid, en ejecución del Plan de Reducción de Deuda aprobado en 2013 por Ana Botella. Esa forma de gobernar ha supuesto una reducción de la deuda de dos mil millones de euros en dos años (sept 2013 a sept 2015) y que Madrid se halle a cierre de 2015 en condiciones de alcanzar los objetivos del plan simplemente pagando los vencimientos que tocan, sin más amortizaciones anticipadas. O sea, que ya no hace falta seguir apretándose el cinturón como lo hemos venido haciendo y podemos aflojar un poco.

Y esto no os lo creáis porque lo digo yo. Ponedme en duda. Id, por ejemplo, a la propia página del Ayuntamiento de Madrid en la que explican los presupuestos y en la que leemos:

Así que de ahí sale el dinero. Es, fundamentalmente, dinero que Madrid estaba dedicando a un esfuerzo para sanear sus cuentas y que ahora va a dedicar a «otra cosa». Lo cual nos puede parecer bien o mal en función de nuestro criterio político y económico: algunos pueden pensar que lo que hay que hacer es pensar en el futuro y reducir la deuda todo lo posible y lo más deprisa posible; otros pueden pensar que hay mucha gente que lo pasa muy mal y que es imperativo incrementar el gasto social y que haciendo esto lo hacemos y sin endeudarnos ya que es simplemente redistribuir a qué dedicamos el dinero que tenemos y ¿sabéis qué? ambas posturas son legítimas y la actuación del Estado (del Ayuntamiento en este caso) será una u otra en función de a quién hayan votado los ciudadanos como gobernantes. Yo puedo pensar personalmente que el Ayuntamiento debería seguir amortizando deuda anticipadamente, pero lo que no voy a discutir es que lo que hace Ahora Madrid es legítimo y que no es descabellado como dicen algunos. Son criterios económicos distintos y, si hablamos de criterios políticos, creo que el PP de Madrid tiene poca autoridad moral para criticar que no se amortice anticipadamente una deuda contraída casi en su integridad por el ínclito Gallardonothep.

Pero sí que quiero dejaros con dos reflexiones:

  1. Este incremento de gasto social que va a hacer Ahora Madrid solo se puede hacer porque los tres últimos años del PP han sido tan austeros que han dejado al Ayuntamiento en la posición de poder hacerlo. En estos años difíciles se ha pagado tanto anticipadamente que desde aquí, simplemente con pagar las letras que nos tocan, cumplimos el objetivo. Hablando en planta: han sido las medidas austeras e impopulares del PP son las que han permitido que en 2016 tengamos 538 millones que «dedicar a otra cosa». A Ahora Madrid le ha tocado la lotería al coger el Ayuntamiento cuando lo ha cogido, pudiendo presentarse ante el público como los genios que suben el gasto social sin incrementar los impuestos ni pedir nuevos créditos cuando la realidad es que solo pueden hacerlo por lo que, en términos financieros, ha ahorrado el gobierno de la desdichada Ana Botella, que perfectamente podría haber dedicado más a gasto social y menos a amortización de deuda pero prefirió tragarse íntegramente el sapo y acrecentar todavía más su impopularidad (y es que a la pobre mujer nunca se le ha perdonado ser mujer… de quien es).

  2. Los gloriosos titulares que aparecieron hace dos semanas sobre la fantástica gestión de Carmena al frente del Ayuntamiento, y la propaganda que desde Podemos se hizo del asunto como ejemplo de la buena gestión del equipo de Ahora Madrid se demuestra de una hipocresía absoluta. Como ya dije en su momento, ese ahorro es el producto de la mera ejecución de unos presupuestos que había diseñado el PP: el equipo de Ahora Madrid no ha hecho nada más que moverse en esa línea (tampoco podía hacer otra cosa) así que la responsabilidad, y el mérito o demérito de los resultados de 2015 recae sobre el equipo que elaboró esos presupuestos. Y ahora, cuando ellos pueden diseñar su propio presupuesto para hacer su propia política, el que hacen no tiene nada que ver con el anterior cuyos méritos trataron de apuntarse. Es estar a la que salta como una hiena, aprovechar el rédito de lo que han trabajado otros como si lo hubieras hecho tú y sabiendo además que cuando te toque a ti no vas a hacer lo mismo. Estos presupuestos demuestran que la reducción de la deuda del Ayuntamiento no es una de las prioridades de este equipo, y si bien no es criticable el preferir dedicar el dinero a gasto social en vez de a reducir la deuda sí lo es, y mucho, intentar apuntarse el tanto.

Estos presupuestos con este incremento del gasto social son un cambio de voluntad política del Ayuntamiento, desde luego, pero también son posibles gracias a la buena y tremendamente impopular e incomprendida gestión del PP. Y si Ahora Madrid ha tenido suerte de coger el Ayuntamiento cuando lo ha cogido, pues mira que bien y qué suerte han tenido. Podrán aprovecharse de la popularidad que les van a dar unas medidas que pueden aplicar ahora gracias a las medidas impopulares de otros y ¿qué le vas a hacer? Así es la vida y así es la política y así de miope es la gente. Eso no me parece (demasiado) mal. Pero que hace tres semanas estuvieran vanagloriándose de una gestión económica que no era más que la ejecución de unos planes que no eran suyos y cuya línea, cuando han tenido la oportunidad de hacer los suyos, propios, han decidido no seguir, me parece de juzgado de guardia. Efectivo, sí; pero populista y manipulador a más no poder.

Y termino recordando: en este follón, a los madrileños, nos metió Alberto Ruiz Gallardón. No olvidéis, pese a todo lo que he dicho, que un equipo del PP estaba sacándonos un lío en el que nos metió otro equipo del PP. Que en este tema hay para dar y tomar.

Felices fiestas,

Arthegarn_________________

(1) Muy en su línea, Libre Mercado titula «Ahora Madrid sube impuestos por 168 millones en sus primeros presupuestos»(2) Esto no quiere decir que todos los madrileños vayan a pagar más IBI que en 2015, está repartido de tal manera que los ciudadanos paguen menos por su casa pero los empresarios paguen más por los inmuebles de uso comercial, sobre todo a las grandes superficies, y el fin de la reducción a edificios históricos destinados a uso comercial o de negocios como el hotel Ritz, el edificio de Telefónica o mi oficina. Está bastante bien contado aquí, en el apartado «Los perjudicados del IBI» si os interesa).
(3) una vez más, esto no quiere decir que se la suba a los ciudadanos: se la sube a las empresas, fundamentalmente a las industriales.
(4) Bueno, eso de «por supuesto» es muy relativo, todos sabemos que Ahora Madrid apoya firmemente el derecho de la gente a incumplir sus obligaciones con sus acreedores (porque paralizar la ejecución de un desahucio ordenado por un juez no es más que eso), pero parece que de momento solo para las personas físicas.

Las bicis de Su Excelencia

Acabo de terminar mi primer recorrido en una de las bicis eléctricas que Su Excelencia la Alcaldesa ha puesto por el sur y el centro de la almendra central de Madrid. Y, como hace mucho que no digo nada, pues voy a dar unas opiniones:

  1. La cesta del manillar es un tanto incómoda, pero nada grave.
  2. El manillar es demasiado corto.
  3. Me parece a mi que la bici es demasiado alta. Se puede regular, pero Ana por ejemplo, tendría problemas en ella.
  4. La bici es sorprendentemente pesada.
  5. Si no la enciendes (hay que encenderla con un botoncito que está en el manillar izquierdo pero que pasa desapercibido) no hay quien la monte. Va muy Capturedura. Sí, ya se me han ocurrido todos los chistes verdes que se pueden derivar de estas frases…

  6. El motor eléctrico es sorprendentemente potente. No empieza a funcionar hasta que le das la primera vuelta de pedal, pero luego te acelera sola la bici de repente y las primeras veces te sientes Harry Potter agarrándote a la maldita escoba y tratando de no morir o no hacer demasiado el ridículo. Una vez te acostumbras debe ser una delicia. Supongo…

  7. Una vez te aseguras de que no pierdes el sombrero cada vez que arrancas de un semáforo, el motorcito es una gozada. Te pone en seguida a la velocidad del tráfico y pasas mucho menos miedo que en una bici de verdad.

  8. En las cuestas, el motorcito puede llegar a ayudar una pasada. Tengo que probarla en cuestas más serias, pero me da a mi que incluso esas las compensa y que puedes ir a 15 Km/h como si fueras en llano.

  9. Se pedalea. Ya lo creo que se pedalea. No es una moto. Yo la he llevado en potencia media (tiene dos reguladores con tres posiciones cada uno) y la bici se embala en llano, pero tienes que embalarte con ella. Se suda y se hace ejercicio.

  10. La bici carece tanto de intermintentes como de retrovisores. Eso son dos fallos garrafales. El peso de la bici la hace muy difícil de estabilizar a velocidades reducidas y, como el manillar es tan corto, es casi imposible sujetarla con una sola mano para hacer las señales de giro. Entre eso y no llevar retrovisores cambiar al carril de la izquierda en una calle como Menéndez Pelayo es tarea para héroes más valientes que yo.

Eso, como primera experiencia. Para los curiosos he hecho el recorrido Corte Inglés de Serrano – Ortega y Gasset – Príncipe de Vergara – Menéndez Pelayo – Amado Nervo – Delyre. 3.5 Km. a eso de las 19:30. Ningún problema con el tráfico, más allá de la dificultad mencionada para ponerme en el carril de la izquierda en Menéndez Pelayo para poder girar a la izquierda. Alguna miradilla divertida al encorbatado que iba en bici, pero nada más. Así que, como he pasado tanto miedo y he pedaleado tanto que no sé si me ha gustado o no, volveré a probar mañana y, si eso, os cuento.

Hala, artículo chorra do los haya. Salud,

Arthegarn