Annus Horribilis

Ave a todos.

Esta es la primera de una serie de entradas para recapitular el año 2005, en el que me han pasado tantas cosas y en el que he escrito tan poco en mi journal. Empezaremos por mi vida laboral. 2005 ha sido un completo desastre en lo que hace referencia a mi vida laboral.

A finales de 2004 tenía tres trabajos y ganaba algo menos de 35.000 euros. La Universidad me daba unos 5.000 y el resto lo sacaba de mi trabajo como consultor de calidad y como letrado (en realidad pasaba facturas de consultoría de calidad como si fueran asistencias jurídicas, con lo que todo era, técnicamente, ejercicio profesional). Me había ido de casa de mis padres en Agosto, con 30 años, lo que mandan los cánones para no convertirte en una rémora, a mi pisito en Cavanilles, me iba a casar en Marzo con una chica que se cambiaba de continente para vivir conmigo y había decidido dejar la Universidad porque me habían becado para un MBA bastante importante. En general la vida me sonreía.

En Octubre de 2004 el Director del departamento informático fue nombrado Director General (cargándose, por cierto, a la hija del Presidente de la empresa, a la que se le hizo un arabesco lateral para mandarla a Marketing). No Director General de la empresa, sino de cuatro empresas de los mismos socios. Comenzó una reestructuración con miras a hacer un grupo y, fruto de esa reestructuración y de un importante desencuentro económico (que venía de largo) y sobre mi futuro en la emrpesa pactamos mi marcha de la empresa en Noviembre. En Diciembre, después de que me hubieran dado una jugosa indemnización que legalmente no me correspondía, me fui prometiéndomelas muy felices. Con un curriculum como el mío…

Un Curriculum como el mío no sirve para nada más que para cerrar puertas. Estaba sobrecualificado para las dos terceras partes de los puestos que me interesaban y no tenía suficiente experiencia o especialización para el resto. Bastante desesperado, en Febrero (cuando llevaba tres meses buscando trabajo infructuosamente)elaboré lo que di en llamar un “Ridiculum Vitae”. Nunca había sido Director de Calidad en (…), había sido administrativo en el departamento. Nunca había sido Director de Negocios Internacionales en (…), había sido el secretario del director. Y desde luego nunca, nunca, nunca había sido profesor de Project Management en una ingeniería con menos de 30 años ni estaba haciendo un MBA.

Así encontré trabajo. Tiene huevos. Pude casarme sin ser un parado (ya sé que técnicamente podría decir que era abogado pero no es ese el tema. Trabajar es dedicarle al menos 1.600 horas anuales a algo y mis casos no me llevan tanto tiempo ni de broma). Para mi boda era adjunto a Dirección General del Grupo (…). Tuve que dejar el máster, claro, ya que tenía las clases de 19 a 22 en La Salle pero mi nuevo trabajo (en el que cobraba 12.000 euros brutos anuales, con la promesa de subidas significativas cada tres meses a medida que me fuera haciendo con el Grupo y el sector) en la Ciudad de la Imagen me hacía salir, como muy pronto, a las 19:30, y muchas veces a las 22 o 22:30.

Ese puesto resultó ser un timo. En primer lugar, la fuente fundamental de ingresos del grupo eran las líneas eróticas, los SMS eróticos y de contactos (el 66% eran un timo y se hacían en la misma oficina por una empresa bajo la careta de “animación del chat SMS”) y las líneas de tarotistas, por no decir la publicidad en teles locales de estos temas. Además, para sus propias líneas, la empresa insertaba “anuncios en prensa” que tenía que revisar para comprobar que todo estaba correcto. Mensualmente recibía una caja de revistas porno (y de algún otro tipo, como el Hell Awaits) que iban desde el inofensivo Hentype hasta la explícita Super Culos y que incluían la extremadamente desagradable Bizarre. En segundo lugar el Director General del Grupo, un tipo que me cae francamente bien a pesar de sus defectos era absolutamente insoportable y tenía unos arranques de cólera muy malos que pagaba con el personal en general y conmigo en particular. En tercer lugar, cuando llegó el momento de subirme el sueldo, si te he visto no me acuerdo. Conque a los tres meses, hartísimo del tipo y del negocio, me despedí.

Y otra vez al paro. Mes y medio y otro recorte al CV me costó encontrar un trabajo en una constructora, como secretario de dirección. Pagaban mal (no tan mal como en el otro lado, 14.000) y los compañeros eran un asco, pero era un trabajo. Y tenía un problema añadido: por alguna razón desconocida esa empresa había empleado decenas de mis ex-alumnos. ¿Sabéis lo humillante que me resultaba que una gente que me conoció como su profesor de Project Management, que me ha venido a felicitar por la calidad de mis clases, que le ha dicho al Director de la Escuela que ya podría haber más profesores como yo, me pregunte que de qué trabajo en la empresa esperando oír que soy Jefe de Operaciones o algo así y que yo tenga que contestarles que estaba trabajando de cafetera bilingüe?

Pero el trabajo es el trabajo. Un tiempo. En principio era una sustitución por baja, luego me dijeron que estaban muy contentos conmigo y me ofrecieron quedarme (cobrando menos, pero al menos con vacaciones) conque acepté y me fui muy contento a USA con mi mujer. Cuando volví me dijeron, así por las buenas, que de lo dicho, nada.

Y otra vez al paro. Afortunadamente duró poco y tres semanas después entraba donde estoy ahora, haciendo de chupatintas transitario, cobrando otra vez más o menos lo mismo… y en Valdemoro. Por lo menos en esta empresa los compañeros son majos y los jefes encantadores. El ambiente da gusto. El salario, pues no.

Conque ya veis. Yo, que estoy acostumbrado a trabajar 60 horas a la semana desde que tenía 23 años y que me realizo enormemente y obtengo mucha satisfacción de mi trabajo este año he debido trabajar como cinco o seis meses y encima cobrando muy por debajo de mi salario habitual. Conclusión: me he pulido mis ahorros (menos mal que los tenía) y no he caído en un proceso depresivo… pues por los pelos que no tengo.

Y luego el tema EE.UU. Fridaluna se vino de EE.UU. a vivir conmigo cuando yo estaba en una posición en concreto, posición que ya no existe. En Septiembre, mi posición era tan mala y estaba tan desesperado que decidimos irnos a EE.UU. Me puse a moverme, me saqué mi TOEFL, hablé con la UTEP, hicimos planes… y cuando ya me habían dicho que me aceptaban en la Universidad, que simplemente tendría que hacer unos exámenes de conocimiento para que me dieran una serie de créditos que me hacían falta, que me ofrecían una plaza para trabajar en el Community College; cuando ya le habían ofrecido trabajo a Fridaluna… resulta que hay problemas con el visado de trabajo por la famosa quiebra. Maldición, maldición, maldición. Frustración, desengaño y adiós, de momento al menos, al sueño americano.

Pero no hay mal que cien años dure. Afortunadamente parece que todo va a terminar con el año y que para el año que viene tendré de nuevo un trabajo estable y decente. Y no digo más hasta que lo firme.

Continuará.

Arthegarn

Viaje a Asturias con pintoresca visita a las ruinas de mi vida social.

En estas dos semanas me he dado cuenta de que, al menos de momento, estoy contentísimo en mi trabajo. No está mal pagado y, aunque apenas tengo tiempo de nada, es un trabajo que no supone el más mínimo esfuerzo intelectual. Es casi como estar dormido, una diferencia abismal con mis anteriores actividades laborales. Cuando salgo de la oficina tengo la mente totalmente descansada para dedicarme a mis casos o para enfrascarme en la lectura de cosas como Teología y Sensatez, de Sheen.

Pero claro, por alguna razón inescrutable no puedo esperar a irme a otro lado en el que trabaje sesenta horas y llegue a casa estresado y con dolor de cabeza. Si es que soy tonto.

El fin de semana pasado, que no escribí nada,me fui a Asturias.

Salimos el viernes a eso de las cinco Fridaluna, Zylgrin y yo, y volvimos el lunes para trabajar el martes. Nos turnamos el volante pero yo lo cogí al principio del viernes y la final del lunes. O sea, para chuparme los atascos de entrada y salida a Madrid, si es que soy más majo… A la vuelta me encontré con que se había habilitado un carril adicional de sentido contrario al habitual con que me lancé a por él, pensando que muy mal tendrían que estar las cosas para poner esa medida. En mi vida lo he pasado peor conduciendo por la A-6 en sentido contrario, con coches que se te cruzaban a 140 o 160 y un cretino delante de mí que tenía todavía más miedo que yo e iba dando bandazos. Las montañas rusas son una mariconada comparado con esto. Y todo para que luego no hubiera dificultad alguna en los carriles normales. Tres hurras por nuestra ministra de fomento y nuestro ministro de interior que abren carriles adicionales cuando no son necesarios y pese al peligro que suponen y no lo hacen cuando sí son necesarios. ¡Viva el gobierno del talante!

Entre atasco y atasco tuve la oportunidad de descansar y leer mientras Fridaluna se bajaba el Sella con mis tres hermanas y dos cuñados, de hacer una excursión a los Picos de Europa (un paisaje precioso que ya conocía) y a Covadonga (y oir misa mientras los demás hacían cola para entrar en la Santa Cueva), de dormir bastante, de ir a ver los bufones de Pría (un paisaje precioso que no conocía) y, ante todo, de meterme entre pecho y espalda un par de cajas de sidra, unos centollos, cosa de un kilo de percebes y unos buenos chuletones a la piedra. Al final Fridaluna se enfadó conmigo porque decía que estaba autista. ¿Qué culpa tendré yo de relajarme leyendo, durmiendo y comiendo en vez de andando por los riscos cual cabra? Si ella quiere ir ¿por qué tiene que arrastrarme, con lo agusto que estoy yo con mi libro? Pero bueno, son cosas del matrimonio y todo se soluciona a la mañana siguiente (en realidad se soluciona cuando al final me enfado yo y ella ve que se ha pasado y me pone caritas, pero en fin…). La cosa es que en el viaje tuve la ocasión de dedicarmea descansar y a comer.

De vuelta en el trabajo, el jueves el IRA dejó las armas y decidí en cuanto me enteré que aquella noche Fridaluna y yo nos íbamos a ir a un irlandés con unos amigos a emborracharnos como es debido para celebrarlo. Y coincidió con que esa misma tarde se derrumbó uno de nuestros edificios en Valencia, lo tuvo el efecto en Dirección General análogo al de dar una patada en un hormiguero. Salí de trabajar algo así como dos horas tarde pero con muchas ganas de irme a celebrar lo del IRA. Sin embargo cuando llegué a casa me encontré con que Fridaluna, que se acaba de apuntar a un gimnasio, había vuelto muerta de cansancio y con dolores en las piernas. Con que de celebraciones, nada.

El viernes salí de trabajar con un antojo impresionante de irme a leer al 666. Esas manías mías. Sin embargo, Fridaluna había tenido un mal día en el trabajo y me tocó ejercer de esposo comprensivo y llevarla a cenar a ver si se le pasaba el disgusto, que se le pasó. Se dio la coincidencia de que ese día hacía un año que estábamos viviendo juntos (a lo mejor no fue muy sensible de mi parte decir que me apetecía ir al 666 justo ese día, pero es que cuando no es una cosa es otra), lo que me sirvió para hacer unbalance del efecto de mi matrimonio en mi vida social.

No se si os acordaréis de aquella época en la que yo salía viernes y sábados hasta las tantísimas… Según mis cuentas mis salidas nocturnas por lugares góticos se han reducido en duración en un 65% y en frecuencia en un 90%, por no decir las salidas entre semana que se han reducido en un 100%. Eso quiere decir que lo que he salido este año no es ni un 2% de lo que salí en el mismo periodo del año anterior.

Con que me vais a permitir que despotrique un rato.

¡ME CAGO EN LA LECHE!

Estoy absolutamente harto de ser tan jodidamente comprensivo. Cuando Fridaluna se vino a España sabía con quien se venía y cuando se casó conmigo sabía con quien se casaba. Yo no es solo que sea gótico hasta la médula, es que en la Escena me encuentro con una paz y una libertad que no he experimentado nunca antes. Cuando salgo por ahí me siento un vampiro, cojo fuerzas de la gente que me rodea, del ambiente, me siento en paz, en casa, con mis amigos y con mi gente. Oh, sí, seguro que eso es todo derivado de un complejo de inadaptación y de mi necesidad de socializar y sentirme parte de un colectivo y… ¿Y a mi que rayos me importa de dónde me viene el hambre? El hecho totalmente innegable es que TENGO hambre y tengo que satisfacerla. Tengo conversaciones agradables, interesantes, me rodeo de gente inteligente y conozco gente nueva con nuevos puntos de vista. Por supuesto que puedo vivir sin salir a gotiquear pero es que no veo que exista una maldita buena razón para no hacerlo. Primero fue una noche si y una no. Luego fue una noche un rato y una no. Luego un rato una noche un fin de semana si y otro no. Ahora es “cada vez que digo que tengo ganas de salir de negro tenemos un drama o una excusa maravillosa o un dolor de cabeza”. Y cuando finalmente viene tiene que dejar claro que lo hace arrastrada, tanto que más de la mitad de las veces no es capaz ni de vestirse de negro (ya sabéis que yo soy defensor acérrimo del dress code) y creedme que no es ni porque no le guste vestirse de negro ni porque no tenga ropa negra. Y se supone, por supuesto, que tengo que estar pendiente de ella toda la noche en vez de poder ir a mi aire.

Maldita sea, si a ella no le gusta el tema ¡perfecto! Si se siente cohibida por el ambiente ¡perfecto! ¡Que no vaya! Pero ¿por qué demonios tengo yo que privarme de hacer las cosas que a mi me gustan solo porque a ella no le gustan? ¡Sobre todo cuando el “acuerdo” es tan poco razonable que supone que ella se sale con la suya el 98% de las veces! ¡No tenemos que hacerlo todo juntos! ¡Somos esposos, no siameses! Pero no, la solución al conflicto es que ceda Arthegarn y nos quedemos en casa viendo la tele.

Claro, es que ella no tiene amigos en la Escena ¿Y por qué no los hace? Es que hablamos de cosas de los foros ¿Y por qué no se mete en los foros? Y aunque no se meta ¿es que para tener una opinión sobre el desarme del IRA o sobre la postura de la Iglesia con los condones hay que haber leído el foro? Os aseguro que si yo me hubiera ido a EE.UU. en vez de al revés yo ya habría hecho un grupo de amigos, góticos o no, y soy MUCHO más tímido que ella.

Así es que nada, mi vida social está en ruinas, apenas veo a mis amigos, apenas hago nuevos amigos, apenas salgo por los sitios que me gustan y dentro de un par de años seré padre y todas esas cosas se acabarán para siempre. Para que luego me hablen de daños colaterales…

Pero en fin, supongo que esto es como la gata: venía de serie en el modelo. Y sigo queriendo al modelo y sigo empeñado en que esto funcione a pesar de lo que sea.

Pero como no hay mal que cien años dure, el sábado, finalmente, estuve un par de horas en el 666. Un par de horas que me supieron a gloria y que incluyeron una charla con Pinkpollo Maligno, con Kurgan, con Cribby (que guapa es esa mujer y que buena está), con Molydeus (con lectura de cartas incluída)… Luego me ha parecido ver que anduvieron por el 666 Escipión y compañía, pero la verdad es que ni les vi. Problemas de ser animal de barra y no de pista. ¡Que delicia! ¡Qué bien le sabe un mendrugo de pan a un hambriento, mejor que las lenguas de tórtola a un sibarita! Volví de esas dos horas contenti y feliz, deseando abrazar a mi mujer y compartir con ella mi alegría y con las pilas cargadas para mucho tiempo.

Y poca cosa más. Que quiero mucho a mi esposa, que quiero un trabajo en el que me paguen más y me hagan trabajar hasta caer rendido y que tengo que volver a ponerme a hacer bicicleta a ver si adelgazo de una vez que calculo que me sobran unos diez kilos y no quiero acabar como mi padre que le sobran unos cuarenta.

Cuando las buenas noticias traen tribulaciones

Tengo un montón de buenas noticias.

En primer lugar, parece ser que he ganado el Desafío Máster. Bueno, no se si habré ganado o no (ojalá, eso supondría una beca completa), pero la cosa es que esta mañana me han llamado del La Salle para darme la enhorabuena y decirme que estoy preseleccionado para una de las becas del MBA Internacional, y me han dado cita para el miércoles por la tarde para hacerme una entrevista personal previa a la adjudicación definitiva de la beca. Echadme flores que creo que éramos 3.000 y solo tres becas.

En segundo lugar, ya tengo piso. Me ha costado muchos disgustos y mucha tensión pero al final lo he conseguido. Ya he firmado el contrato, he pagado a la inmobiliaria y he empezado a llevar mis enseres, pese a que en teoría no entro hasta el día 15. Cuando llegue Fridaluna tendrá dónde dormir para curarse el jet-lag.

Este es mi pisito.

El salón, aunque la tele y el equipo de música los voy a cambiar
La cocina, que es muy grande y tiene hasta secadoraLa terraza. Es un bajo y es genial para cenar

La verdad es que estoy un poco preocupado con todo esto. Dinero, dinero, dinero. Supongamos que en efecto me dan la beca pero es parcial ¿de donde voy a sacar yo los otros doce mil euros? Sería un desperdicio no hacer un MBA de primera fila porque no tengo la mitad del coste de la matrícula ¿no?. Pero es que hay más. Hacer el Máster ¿me obligará a dejar la Universidad? Tengo que ir a la UAX tres tardes a la semana, quizá con un poco de suerte dos. ¿Tendré tiempo para ir a las clases? ¿Y que pasa con las otras dos tardes? Esas las tengo que pasar en T. de acuerdo al contrato que tengo ahora. ¿Podré convencer a mi jefa para que me cambie esas cinco horas a las mañanas?

En cualquier caso el problema es que no puedo dejar ni la Universidad ni TTGH. El otro día, chateando con Zor, me comentó que hay gente que cree que vivo en la abundancia o algo así. Desde luego, lo que engaña un traje. Para nada. No puedo permitirme el lujo de dejar ninguno de mis trabajos, máxime ahora que me voy a vivir solo (no solo, encima, sino con Fridaluna, que viene con lo puesto, de momento tenemos que vivir de mi dinero). Y encima: este año hay plazas para profesorado en Derecho de la UAX y como es lógico las he solicitado. ¿Y si me las dan? ¿Qué hago? ¿Podría hacer el Máster si me triplican la carga lectiva? Pero claro, profesor en Derecho con 30 años recién cumplidos… eso debería abrir caminos ¿No? ¿más o menos que el MBA? Y ¿hacia dónde? No quiero dedicarme a la investigación, no es lo mío, y la enseñanza es gratificante pero agotadora (no sabéis como se ven las cosas desde el otro lado de la barrera, chicos: exámenes, dudas de los alumnos, horas y horas hablando con ellos y preparando las clases que no te paga nadie…) En cambio el MBA me podría abrir puertas en las grandes empresas. Tengo que pensar en mi futuro, me gusta mi trabajo en TTGH, pero no me fío de la empresa y además estoy estancado profesional (por encima mío solo está la Directora General, que es la hija del Presidente de la empresa así que no hay promoción posible) y salarialmente.

Y encima me ha dado un jamacuco esta mañana que casi me desmayo en el trabajo y no se de que…. pero me he venido a Torrejón a que me cuiden y ya me ecuentro mejor. Mañana, al tajo otra vez.