Va-a-saltar Garzón

Cada vez que veo toda la campaña que se está montando alrededor de Baltasar Garzón me pongo de un mal humor de los demonios. Ya sé que las alimañas acuden a la carroña, pero es que es verdaderamente díficil encontrar tantos de los defectos de la humanidad, que ya me enervan individualmente, coligándose en una única causa; en este caso: la beatificación de este señor.

Tenemos, en primer lugar, una inmensa cantidad de desinformados que no tienen ni repajolera idea de Derecho pero que no se lo reconocen ni a si mismos y que por ello pontifican sobre el tema como si fueran Papinianos redivivos. A estos se les suma un montón de hipócritas que cuando abren la boca o destapan la pluma lo hacen para, amparados en la autoridad que les da su conocimiento del Derecho, ignorarlo de arriba a abajo para hablar de su particular concepción de la Justicia, que es otra cosa. De todos estos, además, la inmensa mayor parte son o unos incoherentes o unos inconsistentes; porque o bien desconocen los ideales de justicia y democracia que dicen defender, o bien solo los defienden para algunos mientras se los niegan a otros, lo que va en contra del corazón mismo de esos ideales. Luego tenemos a los revanchistas, gente llena de una ira que no puede haber provocado algo que ocurrió hace treinta o setenta años a otra gente, pero que encuentran en esos sucesos la excusa para desahogar sus frustraciones cotidianas. Y todo esto sin olvidar a los idólatras que renuncian a ser ellos mismos, a pensar y a analizar la realidad, y prefieren crear un mundo maniqueo de malos y buenos y apoyar la abominable deificación que se está haciendo del magistrado, que está pasando de ser una persona normal, con sus virtudes y sus defectos, a un paladín de la justicia, vengador de los oprimidos y dechado perfecto de moral y honradez, algo que no es porque no lo es nadie.

Y entre todos ellos están mis amigos y otros como ellos, que no son ni imbéciles ni hipócritas, sino gente básicamente buena que se cree lo que les están contando y que dejan el espíritu crítico en el ropero del Dark Hole al salir y lo recogen la semana siguiente al entrar, porque cuestionarse estas cosas, no, pero ahora, del maquillaje que le ha hecho su novia a Catafalco(1) no dejan títere con cabeza.

Vamos a ver, mis queridos y manipulables amigos, todos vosotros que pusisteis ayer el careto de Garzón en vuestro móvil, que estáis viendo a ver si conseguís «un millón de firmas para apoyo al gran juez Baltasar Garzón» (2), y que sin duda estaréis pensando en acudir esta tarde a la manifestación, ¿de verdad sabéis de qué va todo esto?

Baltasar garzón tiene, en este momento, abiertos TRES procesos contra él, y en general es más culpable que Judas. Permitidme que os desgrane los hechos y algunas consideraciones:

  1. Caso Gürtel: Se le juzga por prevaricación e interceptación ilegal de comunicaciones al ordenar escuchas entre determinados implicados en el caso Gürtel y sus abogados. Para quien no lo sepa, las comunicaciones entre un defendido y su abogado son absolutamente sagradas (se dice que están «privilegiadas») y está prohibidísimo interceptarlas. Específicamente, para el caso que nos atañe, de gente en prisión (aunque sea preventiva) el juez sólo puede ordenarlas (desde luego, jamás sin orden del juez) en casos de terrorismo y únicamente cuando se crea que los abogados están actuando como intermediarios entre la organización de dentro y la de fuera de la cárcel, desde luego ni hablar en un caso como este. En mi humilde opinión, Una de las cartas que envio Garzon a Botin pidiendole dinero para un curso que el daba a traves de una institucion que el controlabay por las pruebas que he analizado en este caso debería ser declarado culpable de prevaricación (por imbécil, por no saberse las leyes) y culpable de interceptación ilegal de comunicaciones (aunque supongo que podría alegar que es imbécil).

  2. Caso Botín: Se le juzga por prevaricación y cohecho. Básicamente, en 2005 solicitó y obtuvo de Emilio Botín (presidente del grupo Santander) y de otras entidades varios cientos de miles de euros para financiar unos cursos que él mismo iba a dar (y por los que iba a cobrar esos cientos de miles de euros) en una universidad de Nueva York. Es decir, el Santander le daba el dinero a la Universidad, que se lo daba a Garzón. Esto ya es bastante grave(3) de por si, pero el auténtico problema es que cuando, posteriormente, entró en la Audiencia Nacional una querella contra el mismo Botín, Garzón, en vez de abstenerse, que es lo que tenía que haber hecho, la desestimó(4)En mi humilde opinión, y por las pruebas que he analizado en este caso debería ser declarado culpable de prevaricación (por no abstenerse, ojo, no por desestimar la demanda, que no tenía mérito) y de cohecho impropio pasivo (No creo que se lucrara personalmente de forma injusta, pero la definición del delito es tan absurdamente amplia que es facilísimo ser culpable).

  3. Caso Crímenes del Franquismo: Se le juzga por prevaricación acusándole de haber abierto una instrucción que atribuía a personas fallecidas delitos que habían prescrito, estaban amnistiados y que, además, no eran competencia de la Audiencia Nacional. En efecto, la instrucción atribuía a personas notoriamente fallecidas (no se puede juzgar a una persona ya fallecida porque, como no puede comparecer en juicio no puede defenderse, y como no puede defenderse condenarle sería injusto) delitos que habían prescrito (porque el último delito del Franquismo se tuvo que cometer, por narices, hace más de 30 años), que estaban amnisitados (por la famosa Ley de 1977, que no solo amnistia a los franquistas sino también a todos los que lucharon contra el franquismo quienes, no lo olvidemos, cometieron delitos gravísimos de acuerdo a la legislación de la época; Santiago Carrillo sin ir más lejos conspiró con una potencia extranjera -la URSS- para asesinar al Jefe del Estado) y que, sobre todo, no eran competencia de la Audiencia Nacional. Las competencias de la Audiencia Nacional están definidas por el Art.65 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y, como veréis los más avezados, los asesinatos (por poner un ejemplo) no son una de ellas (son competencia de los tribunales ordinarios). Abrir un sumario contra un muerto es de subnormales, abrir un sumario por un delito prescrito es una tontería, abrir un sumario por un delito amnistiado son ganas de tocar los cojones y abrir un sumario que claramente no es competencia de tu juzgado es… bueno, es digno de ese «gran juez» que es Garzón. Hacer las cuatro cosas a la vez es, simplemente, temerario (y jurídicamente suicida). En mi humilde opinión y por las pruebas que he analizado, en este caso debería ser declarado culpable de prevaricación.

Y así son las cosas. Y, como todo esto que os he contado es ilegal(5) los tribunales lo investigan y, llegado el caso, juzgan y, en su caso, condenan. Porque Garzón, como cualquier otra persona que comete actos ilegales, debe ser juzgado y castigado por ello. End of story.

No es cierto que se esté persiguiendo a Garzón, que esté siendo víctima de un acoso sistemático, ni que haya una mano negra política o judicial que quiere acabar con él. Esto lo ha dicho el propio abogado de Garzón quien, para más INRI, considera que movilizaciones como la de los sindicatos y, sobre todo, como la de la Universidad Complutense o como lo de esta tarde perjudican a su cliente y a su causa. Y, además, son completamente contrarias a los principios que, se supone, defienden tanto Garzón como los que le apoyan.

Si verdaderamente crees en la democracia y en el Estado de Derecho no te dedicas a reunir a la plebe a las puertas del Consejo General del Poder Judicial, o del Tribunal Supremo, para intentar influir en sus decisiones girtando bajo sus ventanas, como en la Roma republicana. Antes bien, lo que haces es respetar y proteger su inNi tanto ni tan calvodependencia. Pero, claro, a veces me olvido de que estoy hablando de una gente cuya coherencia con sus principios les lleva a denegar la legitimidad de ciertos ciudadanos para acudir a los tribunales. ¿Así que os escandaliza que Falange ponga una querella? ¿Por qué? Son españoles como tú y como yo y tienen los mismos derechos de acceso a la justicia, si ven algo que consideran que es delito pueden acudir al juez. Negarles ese derecho es hacer persecución política, que se supone que es algo contra lo que estáis. ¿Qué pasa, ahora a la hora de acudir a los tribunales vamos a preguntar a la gente por su ideario político? «Buenas, yo venía a querellarme porque mi vecino me ha llamado violador de niñas y no es cierto» «Hmh, firme aquí… Un momento, ¿no será usted de Falange, verdad?» «Pues sí, de la FEI» «Ah, pues entonces no podemos… perdón, no haremos nada por usted. Babosas antidemocráticas como usted no tienen derecho a defenderse de lo que les hagan los rectos y justos ciudadanos que apoyan el sistema» «Oiga, que yo voto en las elecciones y en cualquier caso no soy un violador» «¡Ah! Cambie usted de partido, vote al PPOE y entonces tendrá derechos. Hasta entonces, bastante suerte tiene con que le dejemos vivir en el país» ¡Por favor! ¿Cómo se puede pedir igualdad de derechos para las mujeres o los homosexuales o los comunistas o los vegetarianos y al mismo tiempo negar esos derechos a los falangistas o los católicos o los calvos? El hecho de que una de las acusaciones populares la lleve Falange es totalmente irrelevante desde el punto de vista de si Garzón cometió o no delito. Y me permito recordar que otra de las acusaciones populares es Manos Limpias, que no tiene nada que ver con Falange.

Lo siento, pero no. Garzón no es «el único que se alza en defensa de las víctimas del franquismo» ni esas chorradas que oigo por ahí. Ahí tenéis a los diputados y senadores de la Ley para la Recuperación de la Memoria Histórica(6), ¿os parece poca gente? Garzón lo que es es un señor que se ha saltado a la torera una docena de leyes (y no todas en defensa de las víctimas del franquismo precisamente, insisto en el caso Botín) y que, como vivimos en algo muy parecido a un Estado de Derecho, será juzgado por ello. El hecho de que pensara sinceramente que lo que estaba haciendo era justo(6), que estaba moralmente legitimado para saltarse la ley, no es excusa. Y no es excusa porque si cada uno fuera por ahí aplicando su particular sentido de la Justicia volveríamos a la ley de la selva, a la vendetta y a la anarquía. No, en un Estado de Derecho nos ponemos de acuerdo todos en lo que más o menos consideramos que es justo, creamos unas normas de convivencia, las llamamos leyes y a continuación confiamos en algunos de nosotros para que vigilen su observancia, es decir, para que tomen la regla general y la apliquen al caso concreto. Esa gente en la que confiamos para que aplique las leyes son los jueces, y el hecho de que un juez se salte la Ley para hacer lo que le parece bien a él es gravísimo. Si acaba viendo amanecer desde su casa, y no entre rejas, saldra bien parado.

Lo que une el insulto a la ofensa, porque Garzón tenía la confianza del Pueblo para aplicar las leyes y, al saltárselas, ha traicionado esa confianza. Es posible que haya hecho algo con lo que tú personalmente estás de acuerdo, pero es que tú no eres el Pueblo. El Pueblo somos todos, incluyendo a Catafalco, a su novia, a mi, a los católicos, a los homosexuales y a los falangistas, y nosotros le hemos delegado poder, le hemos dado nuestra confianza, para que aplique lo que hemos pactado entre todos, no lo que a él (o a él y a ti) le parezca bien. Eso es intentar imponer la voluntad de parte de España sobre el resto, traicionando lo que esa misma parte de España pactó en su momento y no tiene tanta diferencia con el golpe del 36, a excepción de los fusiles.

No, lo siento, pero no. Garzón se ha saltado las leyes, será juzgado como cualquier español y condenado como cualquier español. Cualquier otra actitud ante estos hechos que no sea ésta no es más que un intento de subvertir el orden legal y democrático, de sustraer a un presunto delincuente de la acción de la justicia por el procedimiento de ir a pegar gritos bajo la ventana del juez.

Y, para eso, no solo no contáis conmigo, sino que tenéis mi más absoluta oposición. Por favor, examinad los hechos, examinad vuestra actitud, y volver a pensar qué es exactamente lo que queréis conseguir tratando de evitar que un presunto delincuente sea juzgado.

Hala, buen día.

Arthegarn__________
(1) O de la última aparición de Haplo Schaffer por la tele, vamos…
(2) Objetivamente hablando, de «gran juez» no tiene nada. Es un jurista bastante mediocre y sus instrucciones tienen más coladeros y más fallos procesales que la sentencia del caso RUMASA, y a la instrucción que le hizo famoso (la de la Operación Nécora) me remito. O a lo que digo del caso Gürtel, hay que no tener pero ni puñetera idea de leyes para ordenar interceptar comunicaciones entre abogado y cliente. Por cierto que hay que ver lo mal redactada que está la frase: o las firmas son «en apoyo de» o son «para apoyar a», pero supongo que pedir encima corrección sintáctica a los robinjudes estos ya es demasiado…
(3) Tengo que decir que yo, personalmente, no lo veo ni tan grave ni, en absoluto, tan raro. No tiene nada de raro que las universidades estadounidenses quieran tener ponentes de renombre, no tiene nada de raro que garzón quisiera ser uno, no tiene nada de raro que quisiera ganar dinero y no tiene nada de raro, ni necesariamente de malo, que intente conseguir fondos para los cursos que da. Es cierto que puede haber indicios de cohecho, pero personalmente no creo que Garzón cometiera delito alguno pidiendo, obteniendo y luego lucrándose con esos fondos. Lo gordo es lo otro.
(4) Otra vez tengo que decir que yo, personalmente, creo que la querella no tenía mérito y que otro juez la habría desestimado igual, pero es que eso da igual, lo que tenía que haber hecho es abstenerse, que es lo que le exige la LOPJ y el Estatuto.
(5) O, al menos, tiene toda la pinta de serlo. Ya lo decidirán los tribunales competentes.
(6) Que yo, personalmente, opino que es una pésima idea, pero bueno.
(6) Y no me voy a meter en el tema, pero a Garzón las víctimas del franquismo se la dan por un pimiento y lo único que quería era salir otra vez en los periódicos, en este caso localizando y desenterrando los restos del pobre García Lorca, pese a que la familia había dicho que estuvieran donde estuvieran ahí estaban muy bien y que no se molestara lo que queda de él, por favor.