Estimados votantes y simpatizantes de Podemos: vale ya con los cuchillos de Villatinaja, por favor.
En primer lugar Pablo Iglesias no ha hecho nada malo ni ilegal ni inmoral ni antiético y solo es antiestético para determinadas concepciones de la estética que tienen más que ver con las apariencias que con la belleza. Lo que pasa es que esto le puede costar votos a Podemos y eso a muchos os pica, pero también podría dárselos como sugiere la interesante teoría de Mithur(1). Pero es que, además ¿qué coño esperabais? ¿Otra vez con las mismas? Cada vez que se descubre que uno de los dirigentes de Podemos no es una virgen montada en un unicornio (Monedero, Echenique, hasta el pobre Alberto Garzón que ni siquierea es de Podemos como tal) os echáis las manos a la cabeza y os rasgais las vestiduras. En serio, ¿de verdad pensabais que hay santos? En vez de pedir la perfección a vuestros líderes, ¿no creéis que debería ser suficiente con ver si son más íntegros o más honrados que las alternativas?
Yo voto Ciudadanos y para nada creo que sea un partido perfecto, muchísimo menos creo que Albert Rivera sea un candidato perfecto (claro que yo voto al programa y no a la persona). Y lo hago y no me escondo porque veo dónde estamos, a dónde quiero llegar y qué medios tengo a mi disposición y a continuación decido la mejor forma de hacerlo. Dejad de quejaros porque los medios no son perfectos, nunca lo van a ser, el mundo no es así; haced lo que podáis con lo que tenéis. Eso es realismo y lleva al avance (y con suerte al progreso). Moverse en un mundo idealista en el que los políticos deben ser perfectamente éticos y estéticos es un error, es falso, es irreal, y lleva inevitablemente a la frustración, sea porque los perspicaces se dan cuenta de que los líderes disponibles no son perfectos y les niegan su apoyo hasta que aparezca el ideal, sea porque los más manipulables verdaderamente se creen que los líderes son perfectos y se dan un buen golpe cuando se caen del guindo.
Aparte de que, en serio, ¿qué más queréis? Tanto Pablo Iglesias como Irene Montero han puesto sus cargos a disposición de la militancia a raíz de Villatinaja sometiéndose a esa especie de órdago plebiscitario que se está votando ahora. Honestamente, yo me tengo por una persona escrupulosamente honrada y jamás lo habría hecho(2) y no pediría a nadie que lo hiciera, al menos no por algo así.
A mi no me gustan los métodos de Podemos. Sí sus fines o la mayoría de ellos, porque en el fondo todos queremos más o menos lo mismo, pero no sus métodos y porque no los comparto no los votaré. Así que no digo esto para apoyar o favorecer a Podemos sino porque por encima de todo lo que me importa es la Verdad y su hija pequeña la correcta percepción de la realidad que ayuda a tomar decisiones correctas. Y la realidad, en este caso, es que Pablo Iglesias e Irene Montero no han hecho nada malo ni criticable en si mismo por comprarse Villatinaja. Sí que lo han hecho, en mi opinión, cuando han manipulado a la gente a golpe de populismo para crear en ellos una falsa percepción de la realidad, de buenos y malos, de blancos y negros, de arribas y abajos, que ahora se está volviendo contra ellos porque, oh, pecado, han progresado y han dejado de estar en ese 99%. Han dejado de (aparentar) ser pobres y han pasado a (aparentar) ser ricos y como en el maniqueísmo que ellos mismos han fomentado los ricos son malos solo por ser ricos, independientemente del origen de su riqueza o de lo que hagan con ella ahora les muerde el culo. Arrieritos somos.
Y es que el que se hayan comprado Villatinaja es lo de menos. Villatinaja no es más que un signo, ni siquiera un símbolo, visible del cambio de su situación. Pablo Iglesias e Irene Montero han dejado de ser parte del 99% hace mucho tiempo y lo eso sería exactamente igual si no se hubieran comprado el casoplón. Consideradlo. Veréis, quizá con sorpresa, como lo que le pica a mucha gente no es que hayan prosperado sino que se vea, que sea evidente que han prosperado. Lo que importa no es el fondo sino la forma; las apariencias, las malditas apariencias. El picor que es tan difícil de rascar no es la incoherencia de haber dicho una serie de cosas y a la que has tenido la oporunidad haberte comportado como lo que criticabas, es la disonancia cognitiva que produce saber que, oh sorpresa, el paladín del Pueblo ya no es parte del Pueblo (para ciertos valores de Pueblo). Ouch. Buttscratcher!
De verdad, guardad los cuchillos. Pablo Iglesias no es ni un traidor ni un vendido ni se ha descubierto como un demonio por este asunto. Es una persona normal, con deseos y reacciones normales, esto lo hace si acaso algo más de la gente y no menos. Hay que salir de la adolescencia o de la juventud, gente, y llegar a la vida adulta. Los símbolos y los arquetipos están muy bien para la niñez pero llega el momento en que hay que abandonar el mundo de los conceptos puros y digitales y entrar en el analógico barro, que es menos nítido pero más real y trabajar con lo que se tiene, que en muchos casos es lo menos malo.
Eso sí, desde el barro, os lo advierto, cuando uno se enfanga en complicaciones y consecuencias mediatas y visiones a largo plazo y todas esas cosas… Entonces lo de votar a Podemos parece peor idea cuanta más información tienes.
Saludo y evolución,
Arthegarn__________________
(1) La teoría de Mithur, casi palabra por palabra, dice que este asunto «aliena un poco a sus bases, pero seguro que le da bastantes votos descontentos del PSOE ahora que ya no es un perroflauta alquilado sino un tío con patrimonio cuyo interés está en que se revalorice su posesión como todo buen honesto sociata babyboomer comemierda.» Y su buena razón tiene: Pablo iglesias ha dejado de ser un peligroso antisistema y ha pasado a ser un padre de familia terrateniente con mucho que perder. Eso tranquiliza muchos ánimos, entre otros, por cierto, el mío.
(2) Jamás lo habría hecho porque va contra mis principios. Lo que haga cada uno con su dinero conseguido honradamente, mientras sea legal, es asunto exclusivamente suyo y no puede ni debe estar sometido a este tipo de fiscalización e intervención pública o popular. Como si se lo quieren gastar en juergas, carape, están en su derecho. Los derechos fundamentales tienen la característica de ser irrenunciables y, por la misma razón por la que no se puede tolerar la esclavitud ni siquiera en el caso de que el esclavo se venda voluntariamente como tal, tampoco puede tolerarse el sometimiento del individuo al colectivo hasta estos extremos, ni siquiera aunque el indivíduo quiera. Liberal que es uno, oiga.