Llevábamos desde noviembre de 2012 sin un mal Vorkosigan que llevarnos a la boca y, tres años después, Lois McMaster Bujold ha escuchado los ruegos de la legión de fans irredentos de Miles que andan por el mundo y nos ha obsequiado con este Gentleman Jole and the Red Queen a ver si nos callamos.
Y, bueno, para callarnos vale… durante aproximadamente 48 horas.
Lo mejor que se puede decir del libro es que es un Vorkosigan. Entre otras cosas porque si no eres fanático de la saga lo más probable es que te aburras bastante. Lois escribe muy bien y los personajes de este libro, particularmente Cordelia, tienen mucha profundidad y matices – aunque no sea más que lleva 25 años escribiendo sobre ellos. Pero, aparte de ese estudio de personajes y de la narración de un romance en la madurez de la vida entre una viuda y un… un confirmed bachelor, que diría HK, el libro tiene bastante poco. No hay ni rastro de la acción y el misterio al que nos tiene acostumbrada la saga – ni siquiera en dosis escasas como en Cryoburn, o ya al final como con el libro de Iván. Miles aparece, junto con Ekaterin y sus hijos, pero al final del libro, en un papel totalmente secundario, y bastante apagado comparándolo con el brillante treintañero de A Civil Campaign (la propia Ekaterin está bastante desdibujada). Incluso Cordelia, que como digo es la protagonista del libro, aunque sigue teniendo la fuerza interior de la capitana del Servicio Astronómico de Exploración Betano que nos presentaron en Shards of Honor, está más roma, menos brillante, menos en el magistral control físico y sobre todo psicológico de la situación. Durante toda la narración los personajes parecen un eco de si mismos – aunque algunos ecos resuenan más potentemente que otros, claro.
En fin, no es recomendable a menos que seáis fans de la saga, e incluso en ese caso solo relativamente. Pasan muy pocas cosas nuevas y nos enteramos de muy pocas cosas que ya hubieran pasado y que no supiéramos. No llega a motivar ni siquiera en su vertiente de culebrón. Lo mejor: la narración del romance maduro. Porque la premisa de ciencia-ficción, que es muy interesante y habría dado para una buena historia (Cordelia le ofrece a Marcus Jole, almirante de Sergyar y amante de Aral, unos óvulos suyos sin carga genética y unos gametos congelados de Aral para que, combinados con esperma de Jole, este pueda tener hijos del difunto Conde Vorkosigan) se diluye en los primeros cuatro o cinco capítulos sin mayor pena ni gloria.
Y, dicho todo lo anterior, y siendo un libro objetivamente no recomendable, yo personalmente me lo he pasado muy bien leyéndolo. Friki que es uno, supongo.