Se acerca el fin de año y, una vez más, siguiendo la tradición inaugurada por mi hermana Zalasa, llega el momento de hacer balance del año que acaba y propósitos para el año nuevo.
Propósitos que me marqué para 2015:
- Seguir haciendo ejercicio regularmente. Conseguido. No tanto como me hubiera gustado y particularmente lo he abandonado estas últimas semanas, pero estoy muy contento y orgulloso y espero seguir así.
- Operarme los ojos. Conseguido. Aunque tengo que decir que estoy un tanto decepcionado: toda la gente que se ha operado con quien he hablado suele decir que veía mejor después de la operación que antes con gafas y en mi caso no es así. Es muy cómodo no llevar gafas y considerando lo que se rompen y lo caras que salen ha sido una buena decisión, pero la verdad es que esperaba más.
- Cumplir rigurosamente mi plan de adelgazamiento ligado al alcohol. Fracaso rotundo. Me vigilo más, pero en realidad he engordado un kilo. Todo el mundo dice que me ve más delgado así que igual es que he cambiado grasa por músculo o algo, pero mi plan fracasó… pues en enero, o algo.
- Escribir una entrada de blog a la semana. Rotundo fracaso. Tengo muy poco tiempo y el que tengo se va más en desmentir bulos de Facebook que en crear opinión por mi mismo.
- Reunir el Circle of Vicious Philosophers una vez al mes. Otro fracaso. Mis queridos filósofos son bastante perros y les cuesta moverse para que haya quorum.
- Seguir leyendo más. Meh. Algo he leído…
- Seguir ahorrando. Eso sí. Cada vez me van mejor las cosas, pero sigo teniendo (básicamente) el mismo estilo de vida de los últimos diez años así que todo va a ahorro, lo que es particularmente fácil cuando el 25% de tu neto te llegan en forma de bonus con el que no cuentas y que, disciplinadamente, inviertes de inmediato. Entre el plan de pensiones y las inversiones este año he ahorrado más del 45% de mis ingresos netos, y eso sin contar la operación de los ojos. Y me va a hacer falta.
Cosas buenas de 2015:
- Me he comprado una casa. No, no es «de las nuestras». Es un bajo nuevo Vallecas (va, venga, haced chistes de que me he vuelto vallecano) que a propuesta de HK se va a llamar Nevershire y aun no hemos termniado de mudarnos, pero este año me he convertido en terrateniente, que es una buena forma de ahorrar. ¡Se acabaron los alquileres!
- Mi trabajo. La verdad es que últimamente estaba teniendo menos, pero tras la incorporación de un nuevo SVP en Madrid y de un McKinsey particularmente gordo vuelvo a estar hasta las cejas y, sobre todo, vuelvo a hacer lo que más me gusta, que mi tiempo cada vez estaba más dedicado a mis responsabilidades como manager. Tenemos que terminar de adaptarnos el uno al otro pero pinta bien. Y, en general, en enero me subieron el sueldo un 15% y me dieron un bonus aun más gordo que el del año pasado y en diciembre mi evaluación de desempeño me la hizo la jefa de personal en Londres por el procedimiento de llevarme a comer, así que parece que están contentos conmigo. En este ámbito poco puedo pedir.
- El trabajo de Ana, que por fin ha conseguido en su CV ese nombre anglosajón que necesitaba para consolidar su carrera profesional y tras Kimberly-Clark ha pasado a Morgan Stanley y a partir de ahí the sky is the limit. Me da mucho gusto poder recomendarla profesionalmente, algo que es muy raro que yo haga.
- Zylgrin y Xinxas vuelven a España. Tras años de exilio francés investigando en Francia, mi hermana y su familia vuelven a Madrid. Y no con el rabo entre las piernas porque hayan fracasado en el extranjero, en absoluto: vuelven porque les da la gana, con André en un buen trabajo e Irene con muy buenas perspectivas y felies y contentos porque, como en España, en ningún sitio. Esto es algo que me hace muy feliz.
- El viaje a Amsterdam, que Ana tenía muchísimas ganas de hacer y que finalmente hemos podido ver este año. Me ha gustado todavía más de lo que esperaba que me iba a gustar, tengo que ver cuando vuelvo con más calma.
- El ejercicio regular que ha hecho mucho bien, entre otras cosas para mi autoestima.
- Raúl, que es un tipo genial al que he tenido el placer de ir conociendo este año. Y es que pocas cosas son mejores que hacer nuevos amigos, sobre todo cuando son listos, divertidos y te puedes ir con ellos de cañas afterwork porque también tienen horarios estúpidos.
- En general, veo muy bien a mis amigos y a la gente que me importa.
- El nuevo Dark Hole que no sé lo que durará pero me está gustando mucho.
Cosas malas de 2015:
- Podemos. Sí, sí, ya, ya, seguro que a muchos os parecerá lo mejor que ha pasado en este año y en los 25 anteriores, pero a mi no y este es mi blog. Podemos es un ejemplo del tipo de actitud del que hablaba antes. Todos estamos de acuerdo en que hay una serie de problemas que hay que solucionar, y sobre todo coincidimos en un sentimiento, pero ese sentimiento cuando se filtra por nuestra cosmovisión nos lleva a hacer cosas diferentes, algunas acertadas y otras desacertadas. Y Podemos es fruto de una cosmovisión errónea, simplista, beligerante y mesiánica que no trae nada bueno y que cambia sin pudor ni mínimo respeto a la coherencia ideológica de discurso. ¿Alguien se acuerda hoy de aquello de «PSOE-PP, la misma mierda es»?
- Sigo haciéndome viejo. Es algo inevitable pero sigue siendo una puñeta. No obstante el ejercicio hace milagros a este respecto (salvo quitarme las canas de la barba).
- Y sigo haciéndome pellejo. Probablemente por eso cada vez escriba menos. Cada vez tengo menos ganas de explicarle a la gente que la realidad no es simple y en blanco y negro y con buenos y malos; que en realidad es extraordinariamente compleja, delicada, y que las simplificaciones que hace no son solo perjudiciales para él, ya que no le deja ver las cosas como realmente son y tomar decisiones acertadas, sino para el propio delicado sistema en el que entre como un elefante en una cacharrería. Me gustaba más yo mismo cuando tenía carisma de enseñanza.
- La rigidez del Sistema, de España y de los españoles, que no es de ahora sino que viene de largo, pero que este año se ha hecho patente como nunca. Y mira que yo creí que ya estaba colmado de estulticia ante la incapacidad de adaptarse de los partidos tradicionales cuando me fui del PP hace tres años, pero no, mira, aun me podían decepcionar más. Y el problema no es solo de las instituciones, también lo es de los ciudadanos, que son cualquier cosa menos ciudadanos. Recuerdo que hace un cuarto de siglo mi padre me dijo que España no era una democracia, que la gente no sabía lo que era una democracia, y que harían falta tres generaciones y bastante suerte para que llegáramos a ser una democracia. En el momento pensé que se equivocaba de cabo a rabo y que debía hablar de su generación, porque la mía ya lo creo que estaba preparada para la democracia. Como casi siempre él tenía razón, hablaba en términos más profundos de lo que yo entendía, y encima yo pensaba que toda mi generación era como yo.
- Mi más vieja amiga, al parecer, está muy enfadada conmigo porque después de «desaparecer durante años» se me ocurrió mandarle un SMS a ver qué era de su vida. Hay cosas que no termino de entender. En fin…
Propósitos para 2016:
- Seguir haciendo ejercicio regularmente.
- Cumplir mi plan de adelgazamiento ligado al alcohol.
- Escribir una entrada de blog a la semana y no salir de la oficina los viernes hasta haberlo terminado.
- Reunir el Circle of Vicious Philosophers una vez al mes haya o no haya quórum.
- Leer un libro al mes que es poquísimo para lo que era yo antes…
- Seguir ahorrando, lo que en este caso quiere decir amortizar hipoteca, claro.
- Y un clásico que no depende enteramente de mi: ¡reproducirme de una vez!
Veremos como se da todo. De momento, felices fiestas, y feliz 2016 a todos.
Abrazos,
Arthegarn.
Yo voy a ser ecológico y voy a reciclar los propósitos del año pasado.
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Quién nos ha visto y quién nos ve..
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Deduzco que tu más vieja amiga es nuestra adorada ex-vecina de arriba? Está enfadadísima contigo? Jo, vaya pena más grande.
Gracias por la parte que me incumbe 🙂 Ahora que voy a estar en Madrid intentaré ayudarte con la soirée filosófica al mes, que me encantan y siempre aprendo mucho gracias a vosotros.
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Pues a mí sí me da pena, mucha.
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Lo digo en serio. No sé si parecía ironía pero no lo era. Me da un montón de pena, la quiero un montón, desde siempre
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Ah, vale. Pues pensamos igual.
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Pozi, chica. Ya ve usted. Cuando vengas a ver Nevershire te lo cuento.
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