Gam zeh yaʻavor.

Hoy me he encontrado por ahí un correo electrónico que le mandé a mi padre en septiembre de 2012. Era la época en la que trabajaba en Vestas, acababan de despedir a mi jefe y le estaba viendo las orejas al lobo porque estaba en una empresa en crisis en un sector en crisis en un mundo en crisis.

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Es una historia curiosa que creo que conté en el blog en su momento, pero yo me enteré de que se habían cargado a mi jefe, el director legal de EMEA, estando en un congreso nada menos que en Reikiavik. Me sentí indeciblemente impotente, entre otras cosas porque consideraba que era mi deber haber estado allí para ayudarle con todo. Era profesionalmente muy frustrante, tanto en lo crítico como en lo crónico.

La cosa está en que como estaba en un congreso, y el congreso estaba lleno de headhunters, rápidamente repartí mi CV y tuve dos entrevistas allí mismo de las que salieron procesos para Hogan Lovells y Bird&Bird… en Londres. Y me encontré de repente considerando seriamente la posibilidad de emigrar y le pedí consejo, entre otros, a mi padre, y nos cambiamos una serie de correos en los que decía, entre otras cosas: esto.

«No es que haya decidido nada. Estoy CONSIDERANDO seriamente la posibilidad de que, SI me despiden y SI no encuentro rapidamente trabajo en España, deberia irme a otro sitio en el que me pueda ganar bien la vida y en el que pueda ganar lo que me merezco, sin irme a otro continente.

Además, y entre tu y yo, la verdad es que estoy harto de este pais, de su gente y de su forma de pensar. Estoy cansado de hacer lo que verdaderamente hay que hacer y no obtener nada, de mantener parasitos que exigen su derecho a ser mantenidos y de colaborar con mi trabajo y mis impuestos a un sistema empeñado en tirarse por un barranco. Estoy harto de las dos Españas y resulta que tengo la opcion de no jugar a su juego y dejar a estos maniacos destruirse entre si y todo lo que les rodea sin tener nada que ver col ello. Que les den morcilla, Papá, yo me voy.«

Un par de semanas después ya me había hecho prácticamente a la idea y comentaba esto otro con una ex:

«Y respecto a por qué quiero emigrar, pues es que estoy harto de la gente que puebla este país. España podría ser una gran nación y lo demostramos durante los años de Aznar, pero la gente parece firmemente determinada a tirar el país por un barranco. El 15-M podría haber sido un grassroot que le viniera muy bien a España, pero en lo que se ha convertido es en un catalizador de la extrema izquierda más descerebrada. Un país en el que la gente se cree con derecho de rodear la sede de soberanía con el Congreso en sesión es un país de bárbaros inconscientes, no de ciudadanos. Si esto sigue así, y no tiene pinta de que vaya a cambiar, el año que viene vamos a acabar con disturbios serios en la calle, tipo Grecia. Así que yo, si puedo, emigro, como está emigrando todo español que tiene un ápice de talento (y muchos que no lo tienen) y que no tiene responsabilidades familiares. Prefiero irme ahora, antes de que todo se vaya al garete, empiece el éxodo masivo de talento y el mercado internacional se inunde de españoles. (…). Entiéndeme, no es que quiera irme ni de Madrid ni de España, me da muchísima pena, es que considero que es lo más inteligente.»

Me encanta poder releerme después de tanto tiempo y ver cómo he cambiado, pero no es por esto por lo que estoy escribiendo este articulito. Lo hago, aunque no lo creáis, por el disparado crecimiento de Vox.

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Horrores he cambiado, desde entonces, ya se ve…

Leyendo mi desesperación y hastío con los españoles de aquella época y recordando cómo me sentía no puedo evitar empatizar con tanta y tanta gente que ve con preocupación, miedo o incluso horror cómo la extrema derecha se alza y organiza, cómo todas las encuestas dicen que podría sacar nada menos que un 10% de los votos y convertirse en una fuerza no sólo con representación política sino con mucha influencia en el próximo gobierno. Y aunque yo en realidad opino que no es para tanto, que Vox es un partido conservador y un tanto reaccionario pero ni fascista ni antidemocrático y que muchas de las cosas que dicen las dicen poco menos que por decir y a sabiendas de que no pueden llevarse a la práctica cuando vuelvo al vista atrás y leo estas cosas o recuerdo mis sentimientos en la segunda mitad de 2014, cuando Podemos parecía imparable… pues lo entiendo, porque he estado ahí. Incluyendo cuando mis amigos más conocedores del asunto me decían que mis miedos eran infundados y que Podemos era un partido de izquierda, pero ni anarcocomunista ni revolucionario, y que, sí, vale, algún chiflado había pero que se le daba demasiado bombo y que las cosas en realidad no eran así.

Así que quería dejaros, a todos esos amigos míos que están tan sincera y honestamente preocupados con este tema, este eco del pasado, de mis miedos, mis iras, mis frustraciones… y mis percepciones. Por si ayuda. AThis-Too-Shall-Pass-925-Sterling-Silver-Ring-460R-1029-SL__79190.1517960250l final ni Podemos ganó las elecciones (y estuvo mucho más cerca de lo que jamás lo estarán estos), ni pintó prácticamente nada en política nacional, ni hubo revoluciones ni disturbios ni narices. Y con Vox ocurrirá lo mismo porque ni tan fiero es el león como lo pintan ni, tan siquiera, tan león.

Esto, también, pasará.

Y a mis amigos que votan Vox, por cierto, opción política que considero tan respetable como Podemos, les dejo también con la memoria pero desde el otro lado, como la viví yo. Porque seguro que la vivisteis también y pensasteis y sentisteis algo muy parecido. Recordad que para mucha gente ahora sois vosotros los extremistas y la amenaza contra el Sistema, tengan o no razón o la tengan solo en ciertos casos porque, las cosas como son, no me negaréis que algún chiflado hay. No penséis en si es cierto que seáis una amenaza o en el argumentario para defender que no lo sois, haced el ejercicio de recordar cómo os sentíais hace cinco años y poneos ahora en el otro lado de la moneda para entender cómo se sienten muchos españoles para, desde ese entendimiento, trabajar para acabar ese miedo que no beneficia a nadie.

Porque desde el otro lado de la moneda, esto, también, pasará.

Salud y evolución,

Arthegarn________________

PS: Supongo que todo el mundo conoce el cuento de la moneda de Salomón, que tiene muchas variantes, pero podéis encontrarlo por ejemplo aquí, o, en versión anillo, aquí.

10 opiniones en “Gam zeh yaʻavor.”

  1. Yo no soy tan optimista como tú. Podemos no consiguió que PSOE o IU le siguieran el discurso y VOX sí. No me planteo un futuro en que VOX pinte mucho pero si uno en que el PP le copie el discurso

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  2. Sólo por señalar un detalle:
    Qué poca gente me he ido encontrando a los que el hecho de rodear el Congreso en ejercicio les pareciera tan atroz como te ha parecido a ti y como me parecía a mí, por su significado antidemocrático y no por ninguna razón política.

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    1. Razón tienes y no son las únicas. En mi defensa diré que escribía con la Blackberry en la que era un infierno poner las tildes, en realidad el texto es tan veraz que es verbatim.

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