Lo que se juega Occidente II: Qué es el populismo.

El que haya ganado Trump a me ha abierto los ojos a dos fenómenos conectados. El primero es el ascenso del populismo en Occidente, algo que lleva décadas cociéndose y de algunas de cuyas manifestaciones más próximas llevo quejándome desde hace años sin haber sabido identificarlo correctamente. Este artículo trata del tema y me cuesta escribirlo porque, aunque ya sé que os gusta leerme, me siento como el médico que lleva años tratando con aspirinas a un paciente que se queja de dolores de cabeza y de pronto descubre que el origen de los mismos es un tumor que no ha sabido detectar. Del segundo fenómeno, mucho más peligroso, hablaré más adelante.

¿Qué es el populismo y por qué digo que me preocupa su ascenso? Bueno, yo no he leído a Fernández Liria y admito no tener “ni puta idea de Laclau“ pero por resumir lo que quiero decir, llamo populismo a un medio para obtener el poder político a través del apoyo del “pueblo llano” , también llamado las “clases populares” (Lida), la “clase baja” (Piketty) o ”la gente” (Iglesias). Para obtener este apoyo el populista entra en sintonía emocional con sus electores, reflejando sus deseos y esperanzas, identificándose como “uno de los suyos” frente a quienes ostentan el poder en el momento, que son presentados como una élite distante, y prometiendo dar a sus electores lo que sea que quieren en ese momento (que puede ser pan, paz, trabajo, volver la gloria de tiempos pasados o lo que sea. Adicionalmente el populista usa los conceptos, términos y categorías que el pueblo llano tiene del poder,inigo_errejon_en_argentina_en_2015 la política y la economía, y que son, en general (y siento decir esto) tan simples y básicos que llega a ser erróneos.

Desarrollemos este asunto punto por punto.

En primer lugar, el populismo es un medio para conseguir el poder. Esto es importante porque como medio y no forma de ejercerlo no entiende ni de izquierdas ni de derechas. Puede haberlo a ambos lados(1) del espectro político y es decisión de los partidos y sus líderes si lo van a utilizar o no. Si tenéis alguna sobre lo que digo duda pensad en la España de los años treinta y veréis de inmediato partidos populistas de izquierda, de derecha, y de gente que decía que no era de izquierda ni de derecha. Uno puede pensar que la apelación al pueblo llano hace el populismo necesariamente de izquierdas, pero eso es un error porque el pueblo llano, que en general lo que es es heterogéneo, puede ser perfectamente de derechas, como sabía muy bien Victoria Kent cuando pidió en las Cortes no conceder el voto a las mujeres en 1931(2).

En segundo lugar, intenta conseguir el apoyo del pueblo llano. Huelga decir que el populismo no tiene por qué ser democrático, si consigues el apoyo del pueblo llano siempre puedes (intentar) tomar el poder por las armas, pero considerando de momento que nos circunscribamos al medio democrático y por dejar las cosas claras ¿qué es el “pueblo llano”? Bien, depende de a quien leas, pero me voy a quedar para este artículo con la definición de Piketty de clase baja: el 50% más pobre de la sociedad(3), un conjunto que, si se pudiera monopolizar, daría casi automáticamente la victoria en las urnas (y en las armas, insisto) a quien lo captara.

Esta clase baja, este pueblo llano del que hablamos, tiene muchas características sociológicas (por ejemplo, tiende a ser rural frente a la clase media que tiende a ser urbana y la alta que es urbana casi al 100%) pero en este momento me interesa resaltar una: tiende a carecer de estudios, particularmente superiores. Esto es así porque los estudios piketty_capitalsuperiores suelen dar acceso a trabajos mejor remunerados  que le sacan a uno de la clase baja y porque la carencia de estudios tiende a limitar la vida laboral a trabajos sin cualificación, generalmente mal retribuidos, que garantizan tu permanencia en la clase baja.

Fijaos que digo “tiende a”, esto es crucial. Hay universitarios sirviendo hamburguesas en McDonald’s(4) y hay CEOs que no terminaron la secundaria(5) pero no me negaréis que la tendencia está ahí y que por cada universitario en McDonald’s hay tres en la clase media y que por cada CEO que no terminó la secundaria hay mil con un MBA(6). Por favor, entended que no intento asignar culpas sino intento describir las cosas porque me debo a la verdad. Seré liberal, por ejemplo, pero no tengo problema en describir el círculo vicioso de que las clases populares están menos educadas entre otras cosas porque sus integrantes tienden a no tener los ingresos necesarios para mantenerse durante los estudios y han de ponerse a trabajar cuanto antes cuando al mismo tiempo tienen menos ingresos entre otras cosas porque tienden a no tener los estudios necesarios para trabajos mejor pagados. Y que lo mismo, pero al revés, pasa con la clase alta. Pero a lo que vamos, que no se me da bien hacer de JSW para autojustificarme y de cualquier forma ya hay demasiados.

Lo importante para el asunto que nos ocupa es que esta carencia de estudios superiores hace que el nivel cultural medio del pueblo llano sea más bajo que el del resto de la ciudadanía. Sin que esto quiera decir que son menos inteligentes, la falta de educación hace que su percepción(7) del mundo sea más simple. El ser humano tiende a deducir el funcionamiento del mundo de lo que observa, a buscar en su experiencia causas y efectos y a conectarlos. Pero, al igual que es obvio a primera vista que el Sol giraingenuo alrededor de la tierra porque lo ves moverse mientras tú estás quieto (observación) y hace falta que alguien te diga que es al revés (estudios) para que te deshagas de esa verdad aparente en pos de la verdad genuína, en temas de política, de economía, de gobierno de la cosa pública, las clases populares tienden a ser más ingenuas. Y porque son más ingenuas, porque desconocen la complejidad de los mecanismos del Estado, son también más fáciles de engañar. Y me importa un pimiento si esto es porque nadie les ha explicado nunca nada, porque ellos no se han tomado la molestia de informarse o porque el PP quitó Educación para la Ciudadanía, insisto en que no estoy aquí para asignar culpas sino para hablar del populismo, que es a lo que vamos.

En tercer lugar el populista se presenta como una alternativa a quienes ostentan el poder en el momento, que son presentados como una élite distante que no resuelve sus problemas. Esto tiene mucha, mucha miga porque, como las mejores mentiras, tiene una parte de verdad.

Por mucho que el poder resida en el Pueblo la democracia representativa, liberal, «tradicional», es un sistema dirigido por políticos profesionales y semiprofesionales, provenientes como mínimo de la clase media y generalmente de la clase alta(8). Esto es así porque hace falta tener una cierta formación y conocimiento del mundo para ser un político, no digamos ya un gobernante, mínimamente competente y porque, como ya hemos visto anteriormente, formación y riqueza tienden a ir de la mano. Hasta la institucionalización del movimiento obrero tras la primera guerra mundial la clase alta monopolizaba la política y el gobierno e incluso tras esta la izquierda tiende a elegir sus líderes de entre las clases acomodadas… y tiene toda la lógica que lo haga.

La consecuencia de esto es que la democracia representativa es un sistema básicamente elitista en el que el Pueblo, que no tiene experiencia económica ni capacidad de gobierno y lo sabe(9), delega la gestión de sus intereses en quien sí que las tiene en la esperanza de que lo haga mejor de lo que lo haría él jose-ortega-y-gasset_54405058922_54374916805_576_694en persona. Esto tiene bastante lógica cuando se cuenta así, pero contribuye a producir una identificación en binomio “pobre = gobernado”, “rico = gobernante” que a su vez tiende a producir un, digamos, “desapego” entre gobernantes y gobernados. El segundo es que los gobernantes pueden perder de vista las condiciones de vida y necesidades de los gobernados, entre otras cosas por el WYSIATI pero, en general, en tanto en cuanto los políticos, sean del gobierno o de la oposición, cuenten con la confianza del Pueblo de que están representándoles y defendiendo sus intereses lo mejor posible el sistema puede funcionar. O, lo que es lo mismo, en tanto en cuanto el Pueblo tenga pan(10) el sistema se mantendrá, independientemente de si el partido en el gobierno lo ha logrado subiendo los impuestos para que el Estado compre pan y lo distribuya, bajando los impuestos para que el Pueblo tenga dinero para comprarlo directamente, pidiendo prestado o dejando de de gastar en vino para gastar en pan. Da igual la facción  que ocupe el gobierno y aplique las medidas que crea que son más adecuadas, el asunto es que el Sistema, en si mismo, se mantendrá.

El problema viene cuando el Pueblo no tiene pan.

Cuando digo que el Pueblo no tiene pan en realidad quien no tiene pan son las clases populares, claro, porque para cuando quien no tiene pan es la clase media el Sistema ha reventado. Y cuando no hay pan la percepción es que, primero el partido en el gobierno y pronto toda la élite gobernante («los políticos», «la casta», etc.) no está cumpliendo su parte del trato según la cual yo confío en ti para que me gobiernes y tú te aseguras de que tenga pan. A menos que esta élite sea capaz de explicar de forma convincente por qué, las clases populares perderán la fe en ella y la gente se sentirá sola, ignorada, desamparada, sin nadie a quién votar(11). Esto generará malestar, frustración, inquietud social y, finalmente, la desesperación que lleva a disturbios y revoluciones.

Cuando el Sistema pierde la confianza de los ciudadanos pueden ocurrir tres cosas: (i) que el Sistema sea capaz de recuperarse y las cosas vuelvan a la calma, (ii) que1600c4aefba27baf854cce99b92d0a35 pierda  toda legitimidad y haya una revolución de algún tipo, o (iii) que una nueva élite dirigente se haga con la confianza de los ciudadanos y pase a ser su representante y/o gobernante. Caeteris paribus, cualquiera que en estas circunstancias se postule como líder sin experiencia pero sin contaminación recibirá más confianza que un líder con experiencia pero percibido como un incompetente o un traidor, como el causante de los males que nos afligen. Aunque sea por asociación. A principios del siglo XX surgieron estos nuevos líderes, estos nuevos movimientos populares y a principios del siglo XXI está pasando lo mismo sin que en ninguno de los dos casos sea una buena noticia, como veremos más adelante.

Por último y precisamente por el público objetivo al que se dirige y las circunstancias en las que surge, el discurso se hace hablando al corazón de la gente, no a la cabeza, aunque en realidad esto no es así. La frase transmite lo que quiero decir de forma intuitiva, pero es desafortunada, Me explico.

Lo de hablar al corazón y no a la cabeza, lo de “entrar en sintonía emocional” que decía en la introducción, no es exclusivo del populismo. Ya he dicho alguna vez que en estas cosas la única forma de vencer es convencer y que para conv1_flbwgovencer no basta la fuerza bruta de la razón sino que hay que producir en nuestro interlocutor la sensación, la emoción de que tenemos razón, y que estas cosas son dominio del corazón y no de la cabeza. Uno siempre escucha con el corazón, lo que hace el cerebro es poner barreras de entrada para que nadie pueda convencerte facilmente de algo que suene bonito pero sea falso. Cuanto más sabe alguien sobre un tema más altas y más sólidas son estas barreras y pronto llega el punto en el que la discusión tiene mucho más que ver con franquearlas que con otra cosa. Una vez construida una torre de asedio(12) intelectual lo suficientemente alta y sólida nuestros razonamientos pueden acceder al terreno en el que podemos intentar convencer, pero hasta que no superamos las objeciones, dudas y contraargumentos de nuestro interlocutor esa opción simplemente no existe.

Lo que quiero decir con esa frase es que desde el punto de vista de alguien que sabe de política el populismo parece hablar al corazón y no a la cabeza porque carece de argumentos racionales y coherentes. El populista habla en unos términos y sobre un mundo tan simplificado, tan aparentemente cierto pero evidentemente falso para quien lo conoce que, cuando ves lo bien que funciona, tiendes a pensar que tiene que haber encontrado una forma de “saltarse” las barreras intelectuales y hablar directamente al corazón. Si la gente pide pan, el populista les prometerá pan, así de fácil. No les dirá que hará todo lo posible para que tenga pan ni se enzarzará en explicar por qué la coyuntura macroeconómica hace complicado el aprovisionamiento de pan, ni siquiera les hablará del pan para hoy y el hambre para mañana. Les prometerá pan, punto, y les dirá que la única razón por la que no lo tienen es por los incompetentes o los malvados que están en el poder. Que sí se puede. Que lo que pasa es que no hay voluntad política. Y la gente se lo creerá porque no tiene la formación necesaria para ver por qué las cosas no son así y, sobre todo, porque es lo que quiere creer. Volveré sobre esto más adelante.

No es que el populista hable directamente al corazón, es que las murallas intelectuales de su público son mucho más débiles y bajas que las de la élite dirigente, que tiende a pensar que todo el mundo es más o menos como ella y ni selion-king-beams-of-light le ocurre decir esas barbaridades porque no cuelan. WYSIATI otra vez. Lo que es más, como el populista habla al pueblo llano en su lenguaje, dentro de su marco de referencia y usando sus contactos le dice lo que ya cree que sabe y por lo tanto no tiene que superar barrera alguna. Cuando no me vas a venir a convencer de nada sino que estamos de acuerdo la puerta está abierta. Y cuando estamos de acuerdo en que las cosas van mal y que la culpa es de aquellos resulta muy fácil creer que en tus manos está la solución, oh líder preclaro e incorrupto, y a nadie se le ocurre pensar que si las cosas fueran tan sencillas, si las soluciones fueran tan evidentes, la élite dirigente ya las habría aplicado. Aunque solo fuera por autoconservación.

«Pero, Arthegarn» habrá quien diga «es que eso lo hacen todos los políticos. ¿Por qué  cuando lo hacen los políticos está bien pero cuando lo hacen los que no son políticos son unos populistas? ¿Qué tiene de malo?» Bien, en primer lugar siempre está mal y no hace ni un mes que he comentado los problemas que trae usar este tipo de artificios. Pero es que además ni es lo mismo ni tiene los mismos motivos y repercusiones, como analizaremos en el próximo artículo.

Hasta entonces,

Arthegarn____________________

(1) Independientemente, y no me cansaré de repetirlo, el hecho está en que hoy en día hablar de izquierdas y derechas como la principal – y no digamos ya la única – forma de interpretar la política me parece ver la vida en blanco y negro. En primer lugar porque la cantidad de ejes sobre los que se puede mover el pensamiento político son muchísimos más: centralismo-descentralismo, liberalismo-estatalismo, nacionalismo-internacionalismo, conservadurismo-reformismo-revolucionismo, así que se me ocurran de repente (¡y sin meterme en doctrina económica)… y en segundo lugar porque ver las cosas así promueve el bipartidismo antagónico de pensamiento único. Así, por ejemplo, como en España la derecha defiende la unidad de España ya desde antes de la Guerra, la izquierda ha terminado con un discurso federalista y nacionalista periférico que tiene muy poco que ver con el internacionalismo que se le supone. Hoy en día en España parece que hay que elegir entre defender la unidad de España o ser de izquierdas y eso no debería ser así – de hecho no es así. Pero divago…
(2) Lo de que una mujer abogue en el parlamento retrasar el reconocimiento del derecho de voto a las mujeres porque es que van a votar algo que no me conviene siempre me ha parecido un acto de supremo cinismo.
(3) Tengo que decir que yo voy más allá que Piketty y tiendo a pensar no en el 50% más pobre sino en el conjunto de ciudadanos cuyas rentas suman el 50% de la renta nacional. Esto es muy distinto a “la mitad más pobre de la sociedad” porque para calcular la mitad más pobre de la sociedad ordenas a todo el mundo según lo que ganan y haces dos grupos con el mismo número de personas, mientras que lo que yo hago es hacer dos grupos con la misma suma de rentas. Esto quiere decir que en una sociedad de igualdad perfecta, y solo en esa, serían justo la mitad; pero como vivimos en una sociedad de ricos y pobres (y superricos, pero eso es otro tema) el número de personas cuyas rentas suman el 50% de las rentas de la sociedad empezando por los más pobres es superior (muy superior), al número de personas que cumplen esa condición pero empezando por los más ricos. Si no lo ves, que es un tanto farragoso, y te interesa entenderlo, deja por favor un comentario y lo explico con ejemplos.
(4) Cuando estábamos en la Universidad mi hermana Eva, que estudiaba Ingeniería Aeronáutica Superior, y yo, solíamos contar aquel chiste que va “¿Qué le dice un abogado a un ingeniero? – ¿Quiere patatas y bebida grandes?” Por alguna razón nunca fui muy popular en Derecho. Sería el apellido.
(5) No lo digo por decir. Uno de mis mejores amigos no se terminó la secundaria y hoy en día es el socio único de un holding de empresas que ha creado de la nada más absoluta y que vale millones de euros. Hace unos años estuvimos en su piso de Ibiza y me di cuenta de que tenía más de lo que ganaba yo en un mes en botellas de champán. En la nevera. En la puerta de la nevera.
(6) Si, a pesar de todo alguien no cree que esta tendencia exista, puede consultar en Eurostat (aquí la tabla de 2014) o en los estudios del Ministerio de Educación al respecto, (aquí el del año pasado).
(7) Voy a usar bastante a menudo esto de la percepción popular así que voy a explicarlo. A nivel tanto psicológico como sociológico para crear una imagen del mundo es más importante que algo sea percibido como X que que realmente sea X. En ambos niveles de la actividad humana las decisiones se toman basándose en la experiencia y la memoria, ambas basadas en la percepción, que es imperfecta. No me quiero alargar demasiado y hay entre mis lectores gente que sabe mucho más que yo de esto, pero es importante que os deis cuenta de que para confiar en alguien no hace falta que sea, por ejemplo, honrado, sino que creas que es honrado, que le percibas como honrado. Para asignar la categoría de «bueno» a algo nos vamos a basar en nuestra experiencia y (como mucho) conocimiento teórico de ese algo, pero eso no quiere decir que vayamos a acertar siempre. Algunas veces nos engañan y otras (las más, aunque cueste reconocerlo) nos equivocamos. Aparte de lo dicho quiero dejar claro que cuando digo que algo es percibido como X en vez de decir que es X no estoy insinuando que en realidad no lo sea. Estoy queriendo decir que quizá lo sea o quizá no pero que lo importante para el razonamiento no es si lo es, sino si es percibido como tal. Por ejemplo, en el caso que nos ocupa la élite dirigente fue, sobre todo fue, objetivamente, incapaz de dar respuesta a los problemas y las demandas del Pueblo; no se trató solo de una percepción.
(8) Sigo usando las definiciones de Piketty, que por “clase alta” entiende el 10% más rico de una sociedad. Por si tenéis curiosidad, hablando de ingresos en 2015 (último dato del que dispongo) la “clase baja” estaba compuesta por los que cobran menos de 19.161 euros brutos anuales (1.315 netos en 12 pagas) y la clase alta por los que cobran más de 41.088 (2.528). Si habláramos de riqueza y no de rentas la clase baja serían los que poseen menos de 80.000 euros y la alta los que poseen más de 800.000 Piketty establece una última clase, la “clase dominante”, el 1% más rico, que serían los que ganan más de 68.500 al año / tienen un patrimonio de más de 3.750.000 euros.
(9) Cuando Ortega habla de la Rebelión de las Masas habla precisamente de esto: de la masa que no tiene experiencia ni capacidad de gobierno negando este hecho y asumiendo que cualquiera puede gobernar siempre que sea elegido por el Pueblo. Como el gobernante, por ser legítimo, fuera omnisciente, acertado y competente. Pues no. Un gobernante legítimo es precisamente eso, legítimo, y será tan eficiente como su integridad, formación, experiencia y equipo le permitan y ni un ápice más.
(10) Por “pan” entendemos unas condiciones de vida que considera aceptables. Hoy en día esto ya no es pan, es pan, circo, vino, trabajo, sanidad, enseñanza y la perspectiva de un futuro mejor para sus hijos. Y es bueno que sea así.

27 opiniones en “Lo que se juega Occidente II: Qué es el populismo.”

  1. No, en serio, Arthegarn, me encanta aprender contigo. Ojalá en algunas cosas estés equivocado… Pero vamos, que aprendo un montón. 🙂

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  2. Buen artículo, excelente introducción 😉 la puntualización del populismo como un medio (conseguir el poder mediante el pueblo) más que como un fin en sí mismo (poder para el pueblo) es algo que la gente necesita aprender, con urgencia. Y sep, si sigues los derroteros de nuestra conversación cuasi etílica, el mejor artículo está por llega

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  3. Un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo»…….¡Desde luego la estulticia y la demagogia de los populistas es de una desfachatez inaudita!…….¡Habrase visto! ¡¡¡¡Como se nota que viven en un mundo completamente alejado de la realidad!!!……Por cierto mon petit choux ¿como va ese asunto del collar de la reina que me comentastes? 😛 😛 😛

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    1. Es que el populismo no va de conseguir un gobierno del pueblo, si no de servirse del pueblo para conseguir un gobierno y así poder decir eso de » yo estoy aquí porque queréis ¿eh?

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      1. Es cierto, el populismo dice eso…….¡con lo facil y molon que es decir que estoy aqui porque la voluntad divina/ las leyes historicas/ la voluntad de los mercados asi lo han decidido!

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        1. Bueno, es que hoy si quieres adquirir el poder absoluto, te tienes que valer del argumento de «el pueblo», que lo del rollo divino ya no cuela tanto como antes. Insisto: el populismo es, ante todo y sobre todo, valerse del pueblo para conseguir un gobierno absoluto

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          1. ¿Que el rollo divino ya no cuela? Deje vuesa merced de mirar su etnocentrista ombligo occidental y mire un poco hacia el sur, el este, o incluso hacia sus vecinos en la misma ciudad…..Lo que ya no funciona (al menos en cierta parte de Europa) es el «Deus Vult!» sin duda, pero ¿que el » Insha’Allah» no funciona? ¡No me jodas compañero!….

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            1. Good point. Pero por lo que he podido observar (a través de amigos y conocidos del mundo árabe) es que el islamismo es también un vulgar populismo. La apelación tiende más al rollo «os gobierna gente como vosotros» que al «Dios os lo manda». Y en el fondo, todo recae bajo el mismo argumento de «tenéis que darme el poder absoluto porque superioridad moral». Y por supuesto, está el márketing de «esto se arregla en dos patás (divinas) y os lo dejo tó igualico que cuando el profeta».

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              1. Y mas a mas: Cuando quieras comentamos el voto en «el cinturon de la biblia» o en la rusia profunda o en el democratico israel y veremos si una declaracion de legitimidad divina sirve o no sirve para conseguir el poder absoluto en nuestros laicos dias y sociedades occidentales….

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  4. Y que pasa cuando son los señores doctores los que se plantan, los profesores de universidad, los bomberos y los pequeños y medianos empresarios? Conozco ingenieros que publicaban anualmente estudios de mercado y se la colaron con las preferentes. Y tenemos casos históricos donde la intelectualidad en masa pedía ese gobierno populista, y al tío del bigote lo alzaron también los burgueses y los terratenientes. Creo que tienes razón, pero no puedo evitar pensar en ese republicano del barrio de Salamanca compartiendo bando con uno de la CNT.

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      1. Es que tengo un come come muy malo pensando que muchos universitarios nos creíamos que éramos listos y nos han engañado igual que a los proble tarios y encima usando contra nosotros que nos creíamos que sabíamos las cosas

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          1. Yo no censuro nada. Me limito a decir que me parece pésimo, hombre de Dios. Pero vaya, creo que Ayn Rand es una terrible terrible filósofa, como lo pienso de Foucault y Derrida y los posmos.

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    1. Contestando en serio, Laura, es que no entiendo el planteamiento. ¿Qué tienen que ver las preferentes con la democracia, el populismo o la política? Las preferentes son un vehículo de inversión en el que mucha gente se metió sin saber en qué se metía y que luego salieron mal porque Bankia se fue al traste (pero si Bankia hubiera sido un éxito todos tan contentos); la política y la democracia tienen que ver con el gobierno del Estado, son esferas distintas de actividad.

      A menos que lo veamos desde el punto de vista populista, claro. Porque desde el punto de vista populista las cosas malas que te pasan no son culpa tuya. Son culpa de otro. Que te ha engañado. Y ese otro es un conjunto gris e indefinido de “políticos y banqueros” tal que uno te roba con la aquiescencia del otro, que debería protegerte. Tú eres inocente, el malo es ese y lo que hay que hacer es quitarles a todos y ponerme a mi. Algo que, si sabes como funcionan la política y la banca sabes que no tiene sentido, pero que si no lo sabes es tan lógico como que el sol gira alrededor de la tierra. Es la explicación más sencilla.

      Lo de que tenemos casos históricos en los que la intelectualidad en masa pedía el ascenso de un gobierno populista es extremadamente discutible. Lo pedían algunos intelectuales. Igual que al tipo del bigote le alzaron algunos burgueses y algunos terratenientes (a esas alturas los industriales, los terratenientes ya contaban poquito, pero vale) porque hizo un pacto con ellos a espaldas del pueblo llano que decía defender. Y en cualquier caso, cuando parte de los intelectuales apoyaron al tipo del bigote no tenían la experiencia histórica del tipo del bigote y de por qué es una espantosa idea apoyar a gente así (algo que ya trataré más adelante).

      En cualquier caso, insisto en que hablo de tendencias. Hay analfabetos que se dan cuenta de por qué caer en el populismo es mala idea y hay profesores doctores ingenieros que creen sinceramente que es una buena idea, pero son excepciones. Los estudios no garantizan el espíritu crítico, particularmente en política y particularmente en un país tan desgraciadamente partisano como España, pero ayudan.

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      1. Lo de Bankia era un ejemplo de cómo gente preparada la lia a veces. Y siguiendo tu hilo de razonamiento, el problema es cuando el discurso populista, pernicioso x simplista y porque abre la puerta a autoritarismos no es que vale entre gente preparada sino que use a esa gente preparada entre sus bases para parecer más sensato de lo que es.

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        1. ¡Claro! ¡Entre otras cosas porque el populista es casi siempre de clase alta, preparado y formado! Lo que lo hace peor, insisto, no solo porque sabe positivamente que lo que está diciendo no es cierto sino porque, como dices, el hecho de estar preparado da al argumento todo el atractivo de una falacia de autoridad, que es mucho.

          Lo que es una pena es la facilidad con la que se desdeña lo que dicen tooooodos los demás expertos, que en realidad, claro, no son expertos sino agentes al servicio de los políticos y los banqueros y parte del problema a erradicar.

          Pero el adelanto. Buen punto, bien visto.

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            1. Trump es un gañán resentido muy listo. Ese es el problema, que va a usar recetas que van a funcionar pero dira que funcionan por motivos falaces que convengan a sus intereses

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  5. Es un buen artículo y me encuentro de acuerdo con muchas cosas, hasta que no puedes más y te sale la vena XD Y vas y dices:

    «No es que el populista hable directamente al corazón, es que las murallas intelectuales de su público son mucho más débiles y bajas que las de la élite dirigente, que tiende a pensar que todo el mundo es más o menos como ella y ni se le ocurre decir esas barbaridades porque no cuelan.»

    Mira, de verdad, esto es tan falso que no sé ni por dónde cogerlo.

    A las élites les cuelan goles exactamente igual porque las élites son seres humanos que operan bajo los mismos sesgos, heurísticos y errores cognitivos que las demás clases. Los mismos. Coño, que tienes esto lleno de gente que cree en gilipolleces como el homo economicus de los modelos neoclásicos, austríacos y demás astracanadas, como si no hubieran visto a un ser humano de cerca. las élites usan cabezas de turco simplonas igual que el resto, sólo que usan otras. E incurren en el error fundamental de atribución, y son menos propensos a pensar que las leyes y acuerdos éticos van con ellos y… Hay toneladas de investigación a ese respecto.

    La única diferencia es que la élite NO PAGA SUS ERRORES. Las consecuencias de las cagadas de la élite no las paga la élite. Las cagadas de la Thatcher no las pagó la Thatcher, las pagó la clase obrera británica.

    Y cuando hablas del instinto de autoconservación de la élite, yo me descojono. Claro, debió ser el instinto de autoconservación lo que, una y otra vez, hace que las élites se vean en revoluciones rusas, francesas, ascensión al poder de los nazis, y cosas así. Y que además sigan siempre el mismo patrón es casualidad. XD

    Puedo aceptar la hipótesis de que mucha gente no tiene acceso a la información para entender muchas de las complejidades del mundo, y puedo estar de acuerdo con las causas que propones para ello. Pero eso de que a la élite no le meten goles, mira, miraaaaaaa XD

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    1. Mmm… Creo que no me he explicado o no me has entendido o las dos cosas.

      Por supuesto que a las élites les cuelan goles. Como a todos. Nadie es perfecto ni está libre de sus sesgos y errores, como dices. De lo que estoy hablando es de una tendencia, de una estadística. Es más difícil colarle una magufada a un especialista que a alguien que tiene un conocimiento general de la materia, y más difícil a este que a quien no sabe ni de qué se está hablando. Ergo, caeteris paribus los colectivos menos formados e informados son más sensibles a las magufadas, más proclives a creer en ellas.

      Lo de que la élite no paga sus errores, así, en grandote, no es cierto. Mira Hitler. Como pasa siempre, a veces las paga y a veces no y en general sí las paga. Podemos discutir si el precio pagado, sobre todo en términos relativos, es justo o no, pero pagar paga. Y lo que estás describiendo de la Thatcher se aplica a todas las decisiones de todos los gobernantes. Cuando un gobernante toma una buena decisión se benefician todos, en especial los gobernados; y cuando toma una mala decisión se ven perjudicados todos, en especial los gobernados.

      Creo que en ningún momento hablo de instinto de autoconservación de la élite pero lo que quiero decir es que si las cosas tuvieran una solución simple, como propone el populista, la élite gobernante la aplicaría aunque no fuera más que para evitar perder el poder frente a dicho populista. Lo que intento evidenciar es que esa solución simple no existe, pero lo que sí que existe es la idea de la misma y el recurso a esa idea. El Gotterdammerung del que hablas (que a mi no me parece tan cíclico como sugieres y que quiero creer que las élites van aprendiendo a evitar, entendiendo élite en el sentido orteguiano) se produce con ese patrón precisamente porque es el arma más eficaz. Convences al Pueblo de que existe una solución simple para los problemas que la élite no quiere aplicar y cuanto más insista la élite en que eso no es una solución y que es aun peor hacerlo (incluso intentarlo) más reforzado se percibirá el argumento de que la élite no quiere aplicarla. Cosa maravillosa lógica circular una vez que consigues que la gente entre en ella…

      Vamos, que estamos de acuerdo, creo yo. Preocupante…

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