Y salió de debajo del puente

Esta mañana, mira tú por donde he identificado a uno de los trolls que me rondaban y la verdad es que me he quedado de piedra.

Supongo que me he quedado de piedra por no ser capaz de pensar de forma creativa (think outside the box). Como esto del trolleo es una actividad básicamente infantil y los comentarios rezumaban una especie de odio envidioso y destructivo siempre pensé que el individuo en cuestión tenía que proceder de la Escena, que es un tanto infantil y un campo abonado para ese tipo de cosas, por lo que limitaba mi universo de sujetos a los practicantes del gothilleo. Pero no.

Ha resultado que uno de mis trolls es un señor hecho y derecho, de 35 añazos, que no tiene nada que ver con la Escena y con quien tuve la mala suerte de coincidir en EGB. El asunto se hace todavía más inverosímil si tenemos en cuenta que corté la relación con él hará quince años (oficialmente, quiero decir, ya de antes trataba de encontrármelo lo menos posible) y que no coincido con él desde hará unos diez. Ha sido a través de Facebook que-todo-lo-une como hemos vuelto a tener contacto hace poco, y ya ves.

Uno pensaría que con una cierta edad, una cierta carrera profesional y unas ciertas responsabilidades hasta los chulos de patio de colegio sientan cabeza y encuentran mejores cosas que hacer que tollear y seguir comportándose como chulos de patio de colegio persiguiendo a sus víctimas de antaño. Pues no, señores, no. Parece ser que hay gente que, en un mundo tan hermoso e interesante, con tantas cosas que estudiar y que aprender, no encuentra nada mejor que hacer con su vida que repetir los peores patrones de conducta de cuando tenía doce años.

Así que me quedo con la duda (a la que le voy a dedicar unos quince segundos) de si es que Nelson Muntz está abocado a seguir siendo Nelson Muntz incluso de adulto, o de si hay gente que puede tener 35 años y tan poca vida como para esto.

En fin. Cosas veredes, Sancho, que non crederes.

15 opiniones en “Y salió de debajo del puente”

  1. Son misterios consecuentes que a veces nos trae de por si el amado/odiado Facebook.
    La verdad,es que leí el comentario y me quede a cuadros totalmente xD ¿Esta gente no cambiará?¿No se dan cuenta, de que hay que crecer y asumir una vida madura? Luego llegarán los años,y sabrás que ha sido de la vida de aquellos con los que te llevabas tan «bien» hace años…y te llevas sorpresas a menudo.Cada día entiendo menos las cosas,y a las personas.

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  2. ¿Y cómo lo descubriste? Yo tengo por ahí un par de trolls que me llaman por mi nombre de pila así que supongo que lo más probable es que sean antiguos compañeros del colegio. O algo. Pero bueno, creo que esto es cuestión de haber salido en la tele, que los ciega de celos. De todas formas, quien no da la cara, está poniéndote el culo para que se lo penetres. Los trolls se desmontan con mirarlos.

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  3. Buf, con el asco que le tengo a los chulitos de patio a los que no les han dado dos hostias (no necesariamente físicas) a tiempo. Aunque llegados a este punto es evidente que es un caso perdido.

    Una pregunta: ¿Ese tipo no te dio la barrila hace unos cuantos años y me lo comentaste a mi y a Cros?

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  4. Que divertido!
    Es en plan un archienemigo, como el Doctor Maligno… no se digno de thriller de telecinco… doce años pensando en ti!!

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  5. Otro bastardo que nos da mal nombre. Es indignante y cansino.

    Bueno, al menos una vez identificada la molestia absurda, ya puedes meterle un Titán por el culo si continua con su… con su.. ¿Tontuna?

    En fin, brindo por la pillada. El que no tiene trolls tiene hackers [Y los hackers tienen hakers xD].. la única solución es la desconexión. Es una jodienda, pero..

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  6. Cada día que amanece…
    …el número de tontos crece; eso sí, es verdad que tener un archienemigo cutre queda hasta gracioso, pero en el caso del que te persigue es sólo patético, sobre todo teniendo en cuenta que (desde que te conozco, por lo menos), aparte de ser un empollón (yo me quedo en estudión, o sea un poco menos nerd, pero no mucho) no creo que le hagas hecho nada malo a nadie (voluntariamente) en tu vida… será que en el fondo le molas, y le tienes enamorao como una vaca lo está de las flores del campo, y tal… dile que quizá en el Guiness registren su récord algún día

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  7. La verdad es que si no hiciera tantísima gracia sería para echarse a llorar de lo poco interesante que es la vida de la peña. Mira hacia atrás, Arthegarn, un hombretón aburrido te puede estar siguendo la pista…
    ¡Yo pongo un euro para la colecta, pobre chaval!

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  8. jajajajajajaja
    Parafraseando:
    Sólo dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana… y no estoy seguro de lo primero.

    – Albert Einstein

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